Francisco J. Vaz Leal. HOY

Sublime ajuste de cuentas

Original. Vaz Leal es un inventor de personajes secundarios que van a atraparnos, pues se trata de una de las mejores novelas escritas sobre Pessoa, y una de las que más caminos contiene

Alonso Guerrero Pérez

Viernes, 16 de mayo 2025, 22:09

Los argumentos literarios son cada vez más escasos. Suelen estar desleídos en disolventes más o menos comerciales, aunque a menudo el público identifica su carácter ... o su procedencia. Un argumento literario es lo que nos ofrece Francisco J. Vaz Leal, uno de los fabuladores más originales de la actual literatura de nuestro país, en 'Las sombras que traerá la noche', Premio 'Cáceres' de novela 2024. Todavía ignoro si la novela constituye una trama, un divertimento o una reflexión vital, aunque quizá no sea ignorancia, sino simple y justificada incertidumbre. Posee todas estas facetas, pero por la manera en que el esquema narrativo evoluciona el lector observa ante él, en cualquier momento, esas tres posibilidades. La novela muy bien podría ser contada con palabras simples, como se hace con los cuentos de Grimm o de Andersen, que según Kafka eran los que más enigmas contenían. Antes de convertirse en argumento, la idea de Vaz Leal supone ya algo absolutamente atrayente y original; es decir, se trata de un argumento que merece a todas luces convertirse en novela y llegar a los que leen novelas. El tema es Fernando Pessoa y el sublime ajuste de cuentas que realiza, antes de morir, con sus heterónimos. Tendría razón quien piense que esto sólo podría habérsele ocurrido a un psiquiatra, y Vaz Leal lo es, pero la medición que hace de estos personajes, y las conclusiones a que llega utilizándolos no son médicas, sino radicalmente literarias. El lector tiene constancia de que el escritor nunca narra siguiendo una terapia, sino lo que la propia libertad de esos personajes impone. La noche del título parece ser la muerte, y por eso las sombras que traerá forman parte de nuestro presente, que es también la posteridad de Pessoa.

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Las sombras que traerá la noche

FRANCISCO VAZ LEAL

XLIX Premio 'Cáceres' de Novela Corta.

Edita: Diputación de Cáceres

El procedimiento es el de una novela negra. Hay gente que mata y policías que se preguntan por qué. No se persigue a quien mata, al asesino, porque la muerte se justifica a sí misma, como en otras novelas de Vaz Leal. La muerte entra dentro de una ficción metafísica, y además aclara los propósitos de Pessoa al servirse de tantos poetas que en apariencia, sólo en apariencia, no fueron él mismo. La novela es un reflejo siempre presente de la vida de Pessoa, tanto que intenta explicar por qué ocurrió lo que le ocurrió, y cómo podrían interpretarse los últimos cinco años de su vida. El lector, aunque sólo haya tenido noticias vagas de Pessoa, aunque no conozca enteramente su obra, hallará encrucijadas de la vida que el propio lector vive. Lo que le ocurrió a Pessoa puede ocurrirle a cualquiera: las preguntas son comunes, y la forma en que el autor cierra su argumento compete a las personalidades de todo el mundo, sean múltiples o no. Hay además un elemento que el autor ha sabido utilizar de un modo que confiere a la historia una corriente que opera de forma subterránea, y que he visto en muy pocas novelas: la existencia de un presente verbal que mezcla el valor habitual con el narrativo y da a la novela un ritmo extrañamente perdurable, más que persistente. Se trata, en este sentido, de una novela donde las claves son literarias, pero el trasunto compromete la propia entidad de quien lee.

Repito: el lector que conozca la vida de Pessoa sabe que un argumento así ha de ser convertido en novela. Vaz Leal juega con la muerte del poeta portugués, en 1935. Lo que cuenta es los prolegómenos de esa muerte, convertidos en un escenario donde todos los heterónimos han de decir su última palabra. No parece una terapia, sino el avance de lo que nos ocurrirá a cada uno de nosotros en relación a los que conocemos, odiamos o amamos. Aunque el pilar sobre el que se asienta la acción es Álvaro de Campos, el resto de los heterónimos, incluido Quaresma, el descifrador de enigmas, desempeña su papel frente a la muerte del autor que los creó. Todos juegan una partida de ajedrez que parece una fabulación policiaca, pero cuyo desenlace todos asumen más bien como algo indefinible y perentorio. Hay muchas víctimas, y el lector termina convenciéndose de que a todas se les da la oportunidad de adquirir, o expresar, una actitud vital, dentro de la literatura, o buscar un lugar ante su creador, antes de que la muerte de éste tenga lugar. Hay una historia que transcurre paralela a la trayectoria vital de los personajes: la de la salud mental, que conforma el planteamiento literario. Por una parte, lo que le ocurre a cada uno está marcado por sus miedos y su imposibilidad de vivir como personajes planos, por otra el signo vital de cada uno los convierte en seres de papel: en eso consiste la dolencia definitoria que padecen.

Vaz Leal ha sido un escritor merecidamente leído, pero no leído cuanto se merece. Esperemos que 'Las sombras que traerá la noche' cambie esa tendencia, aunque uno sospecha que para que esto ocurra tendría que haber muchos lectores implicados en el seguimiento de tramas tan originales y sorprendentes como esta. En varias de sus novelas, Vaz Leal ha demostrado ser un inventor de personajes secundarios que –como en 'Las sombras que traerá la noche'– van a atraparnos, pues se trata de una de las mejores novelas escritas sobre Pessoa, y una de las que más caminos contiene. Todos sus heterónimos: Bernardo Soares, Ricardo Reis, Alberto Caeiro y Álvaro de Campos encarnan lo que les ocurre. No tienen más remedio, y el hecho de que el autor haya puesto a Quaresma a perseguirlos, y que también fenezca en la empresa, garantiza que todos han hecho lo posible por tener más vida que el autor. No me refiero a Vaz Leal, sino a Pessoa. Es lo mínimo que cualquier lector de Pessoa ha exigido siempre.

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