Jennifer Croft. KELLY KURT BROWN

La Nobel que podría ser

Jennifer Croft debuta en la ficción con una novela que aborda la extinción de nuestra especie y el mundo de la traducción que tan bien conoce

J. Ernesto Ayala-dip

Viernes, 27 de junio 2025, 23:18

Hay una novelista polaca que está escribiendo una novela con la que aspira a obtener el premio Nobel. Se titula 'La extinción de Irena Rey', ... su autora es la misma Irena Rey, que antes también ha escrito otras novelas con gran éxito de lectores en todo el mundo. Después de cada libro, Irena Rey aspiraba al Nobel, premio que siempre se le resistió, a pesar de su planetaria celebridad.

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Pues bien, hoy reseñaré 'La extinción de Irena Rey', de la escritora y traductora norteamericana Jennifer Croft (Oklahoma, 1981). Debe recordarse que Croft es la traductora al inglés de 'Los errantes', de la escritora polaca –y esta sí ganadora del Nobel– Olga Tokarczuk. También tradujo al inglés del castellano novelas de escritores argentinos consagrados, como Romina Paula y Pedro Mairal.

Todo comienza cuando la escritora Irena Rey decide concentrar a ocho traductores en su finca, inserta en el bosque de Bialowieza, en Polonia, paradigma de la riqueza natural (vegetación, insectos, animales y hasta un dios ancestral) y de todos los peligros que acechan al planeta, orientados a una lenta y agónica extinción. A estos traductores sólo se los identifica con el nombre de los idiomas al que traducirán la obra magna de Irena Rey, con la que esta aspira a ganar el Nobel de Literatura. Inglés, Alemán, Francés, Ucraniano, Serbio, Esloveno, Sueco y Español; bajo esos nombres se mueven en la novela con sus secretos, sus debilidades y sus deficiencias morales. De estos ocho personajes, en los que Irena Rey confía absolutamente, sólo Español tiene una misión concreta, con sus idas y venidas, que es narrar lo que estamos leyendo. Bajo el nombre de Español se esconde su nombre verdadero, Emi, diciéndonos también que es sudamericana de nacimiento, aunque orientada a disimular su verdadero origen. Es importante consignar que estos ocho traductores aman, idolatran a su jefa, a la que también denominan Nuestra Autora. Su amor y su confianza en ella encuentran su contrapartida en el mismo amor y admiración que siente la autora polaca por sus empleados, personas que vivirán a pan y cuchillo en su bucólica residencia. Todo se resquebraja cuando un día, inesperadamente, la escritora desaparece. Nadie sabe de ella. Se conoce que ha enviado a uno de sus traductores un wasap donde anuncia la conclusión de su novela que, mientras tanto, transita por las vidas cruzadas de los traductores, de sus amoríos fugaces, de sus enigmas. Hasta que llega el día del fallo del jurado sueco y en el que resulta ganador o ganadora… A partir de este hecho la novela se decanta hacia un costado inesperado.

Una novela con varios temas sobre la mesa, uno de ellos sin duda la reflexión sobre el papel de la traducción en nuestro mundo y su vigencia (un amigo traductor me dijo un día que las obras importantes se tendrían que traducir cada tres décadas). Otro tema, no solo la extinción del medioambiente sino todas las extinciones que arrastran consigo. Y la patológica confianza en uno mismo o exacerbado egocentrismo. Puede que me equivoque, pero también es una historia de amor, la que la narradora siente por Irena Rey, un amor absoluto. Pongo en cuestión la contraportada de este libro cuando habla de thriller o novela distópica; nada de eso.

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La extinción de Irena Rey.

Jennifer Croft. Traducción Regina López Muñoz. Editorial Anagrama. 384 páginas. 22,90 euros.

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