Estrechando vínculos
Narración. Antonio María Florez coordina una antología de autores de Extremadura y Antioquía
Enrique García Fuentes
Sábado, 13 de septiembre 2025, 02:00
Ya va siendo hora de ir reconociendo y reivindicando la extraordinaria labor que Antonio María Flórez, el escritor hispano-colombiano nacido en Don Benito, pero criado en las montañas colombianas de Marquetalia y Manizales, está llevando desde hace ya más de treinta años en un encendido afán de poner en contacto las letras extremeñas con la literatura colombiana. Y no se trata, en su caso, de ese eterno discurso de necesidad de estrechar lazos que habitualmente queda en agua de borrajas; estamos ante una serie de constataciones que están poniendo de relieve su eficacia. En su labor como gestor cultural creó la revista Aurocarbónica, promovió la Semana de España de Manizales, lideró el proyecto 'Estrechando Círculos' entre Caldas y Extremadura, coordinó el Encuentro de Escritores Colombianos en Cataluña y el certamen Miradas: Arte y violencia en Colombia y, lo que más nos compete, diseñó y coordinó el proyecto 'Mirando al Poniente. Extremadura en Colombia 2016', una ambiciosa tarea de difusión de la cultura extremeña en América y de intercambio y hermanamiento entre artistas y creadores de ambos lados del Atlántico. Allí concitó a casi una cincuentena de creadores extremeños que viajaron al país suramericano para mostrar su labor artística.
Publicidad
No se nos puede olvidar aquella obra publicada por la Editora Regional extremeña, Transmutaciones, que daba a conocer en nuestro ámbito a autores colombianos que Flórez editó cuidadosamente: Adalberto Agudelo, Triunfo Arciniegas, Octavio Escobar, Orlando Mejía y Andrea Cote. En puridad, esta Correspondencias que traemos hoy no deja de ser una heredera natural, pues, ya desde la portada, se nos presenta como una antología de narradores de Extremadura y Antioquía (importante región colombiana, cuya capital, Medellín, es la segunda ciudad en importancia de Colombia). Queda claro el evidente deseo de acotar un territorio dentro de una narrativa como la colombiana a la que, quitando a García Márquez, casi nadie recuerda en recuentos literarios donde otros países como Argentina o México adquieren más preponderancia que este país de sin embargo incontestable actividad.
Correspondencias. Antología de narradores de Extremaduar y Antioquía. Siglo XXI
Edición y coordinación de Antonio María Flórez. Don Benito. Ayuntamiento de Don Benito. 2025.
El propio Flórez se encarga de un prólogo en el que pone de relieve la presencia de extremeños a lo largo de la historia y cultura colombiana y donde reivindica y recuerda alguno de los proyectos que hemos mencionado arriba. Continúan luego dos amplias secciones que, precedidas de enjundiosos prólogos de Manuel Simón Viola en un ámbito y Luz Mary Giraldo en el otro, nos presentan a treinta y un autores extremeños y antioqueños -teniendo en cuenta que Flórez juega en la doble condición- que presentan otros tantos cuentos o relatos o fragmentos (algunos muy agradecidamente inéditos o muy difíciles de encontrar por haber aparecido en ediciones más volanderas). Poco que añadir a la más que reconocida actividad magistral de Simón Viola a la hora de comentar la selección de narradores de nuestra región que tantas veces nos ha explicado de manera clarividente; solo por eso el lector tal vez agradece más la gran aportación que ofrece el texto de Giraldo dándonos a conocer una literatura que, hoy por hoy, nos resulta todavía muy lejana, pese a que en su selección aparezcan dos autores que han alcanzado últimamente más relevancia, como son Piedad Bonnett o Héctor Abad Faciolince. Lo que engancha es la relativa similitud en las trayectorias de las dos literaturas, sobre todo a lo largo del siglo XX. El hecho de que pueda establecerse también una clara homogeneidad entre los temas que desarrollan los autores elegidos, de aquí y allá, confirma el acertado título escogido para esta afortunada selección. En ella encontramos hasta tres generaciones distintas en las que abarcar a los escritores y autoras escogidos, desde Darío Ruiz, Ricardo Cano o Luis Landero a Susana Martín Gijón o David Betancourt, la mayoría de ellos (salvo las desgraciadas excepciones de Dulce Chacón o César Martín Ortiz) afortunadamente aún en ejercicio,
Tanto Simón Viola como Giraldo hacen hincapié en no considerar un canon a los autores que aquí aparecen y dejan entrever que su selección pueda presentar objeciones para unos u otros; ya se sabe: sobre gustos… Por cuanto a mí re refiere, no me atrevo a juzgar el ámbito antioqueño, pero no puedo más que quejarme de la inexcusable ausencia de Juan Ramón Santos en el nuestro.
Lo que aquí aparece oscila entre el relato más o menos canónico, algún texto escogido ad hoc (que justifica la aparición en la antología de autores que no tienen el cuento o relato corto como actividad primordial) y fragmentos escogidos de obras más extensas. Hay variedad para todos y allá cada uno con sus preferencias, pero la sensación es de un importante peso específico y todos están más o menos a la altura. Por mojarme me quedo entre los paisanos con los de Gonzalo Hidalgo Bayal, Pilar Galán y, por lo que me vi en su momento, el de César Martín; Abad, Donadio o Botero entre los antioqueños, pero todos valen. Solo un pero: el desajuste entre los índices y la colocación luego del autor y su relato en el cuerpo del volumen, pero peccata minuta; no cabe sino aplaudir iniciativas como esta.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión