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La actriz Shira Haas.

Una actriz poco ortodoxa

La fragilidad de Shira Haas ha conquistado al público de todo el mundo gracias a la serie 'Unorthodox'

Mikel Labastida

Madrid

Miércoles, 22 de abril 2020, 00:32

Su aspecto frágil y una baja estatura (1,55) podrían haber condenado a la actriz Shira Haas a pasar inadvertida, pero ella se empeñó en demostrar que el talento no entiende de medidas. Prueba de ello es su asombroso trabajo en 'Unorthodox', la producción de Netflix sobre la comunidad jasídica que ha compungido los hogares de todo el mundo durante el confinamiento, en la que acapara con gran magnetismo el noventa por cien de las secuencias.

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Pese a que todavía no ha cumplido 25 años (nació el 11 de mayo de 1995) ya goza de gran reconocimiento en su país de origen, Israel, aunque ahora ha comprobado cómo su popularidad amplía fronteras.

La culpa la tiene Esty Shapiro, protagonista de la serie sobre una joven judía de 19 años obligada a casarse con un hombre al que apenas conoce y a aceptar unas normas que le anulan por completo como persona. Más allá de juzgar una forma de vida, esta ficción pretende narrar un relato de superación personal, de encuentro con uno mismo.

El papel permitió a la intérprete recrear al personaje en dos entornos completamente diferentes, el más oprimido, en pleno barrio de Williamsburg en Nueva York, y otro mucho más liberador, el que le proporciona un Berlín al que huye en busca de su madre y con el fin de cumplir sus aspiraciones musicales.

Esta doble faceta no ha sido el único reto al que se enfrentó Haas al aceptar un proyecto basado en la autobiografía de Deborah Feldman, que tal y como se describe en la ficción se negó a convertirse en un ser que solo sirviese para cuidar de su casa y para procrear y trató de localizar en otro país una vía de escape –en su caso en la literatura–. Lo primero que la actriz tuvo que hacer es aproximarse al judaísmo ultraortodoxo en el que se desarrolla la trama y que, pese a criarse en Israel, no conocía. Anteriormente había trabajado en otro título de temática parecida, 'Shtisel' (que también se puede encontrar en el catálogo de Netflix), sobre una familia ortodoxa de Jerusalén, aunque lo cierto es que ambas realidades son muy diferentes. Era relevante saber por qué no se pueden tocar, por qué viven aislados, por qué se sumergen en las relaciones sexuales de ese modo tan tosco.

A todo esto se unió el hándicap de aprender un idioma nuevo, algo que hizo en comunión con el consultor religioso del proyecto, Eli Rosen, que además encarna en la serie al rabino. El yiddish proviene del alemán con influencia del hebreo y se habla en comunidades judías asquenazíes (aquellas descendientes de las que se asentaron en el medievo a lo largo del Rin). «Me iba a dormir con yiddish y me despertaba con yiddish», aseguraba en una entrevista a 'Indiewire'. Uno vez lo dominó comenzó a sentirse de verdad Esty y a hacer suyas sus frustraciones y sus anhelos. También ayudó el hecho de cambiar su aspecto, raparse el pelo (que en esa cultura es sinónimo de erotismo) y usar una indumentaria recatada para que apenas mostrase nada de su cuerpo.

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No imaginaba la repercusión que alcanzaría este trabajo. El suyo, al igual que ocurrió hace unos años con el de Elisabeth Moss en 'El cuento de la criada', se ha convertido en un símbolo contra la opresión que sufren muchas mujeres en el mundo.

Haas, no obstante, ya había conseguido numerosos reconocimientos por actuaciones anteriores en series como 'Hazoref', 'Harén' o 'El director', e incluso la revista 'Forbes', en su versión israelí, la incluyó el año pasado en la lista de jóvenes a tener en cuenta por su trayectoria.

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Destacaba además por su participación en películas internacionales como 'Un cuento de amor y oscuridad', debut como directora de Natalie Portman, o 'Un refugio inesperado', con Jessica Chastain. El coronavirus ha impedido que podamos verla como una 'skater' en el filme 'Asia', que iba a estrenarse en el festival de Tribeca.

Dos años de tratamiento

Pero la fama se manifiesta ahora de otros modos, por ejemplo, en el número de seguidores con el que cuenta en redes sociales. Todos ellos quieren saber de dónde sale esta actriz capaz de estremecer con un juego de miradas que es clave en 'Unorthodox'.

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Deja atrás un pasado que bien podría inspirar otras series. Con solo tres años le diagnosticaron un cáncer, que superó tras dos años de tratamiento. La fortaleza le viene de familia. Su abuelo, superviviente del Holocausto, fue enviado a Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Precisamente en esa contienda fue prácticamente aniquilada la comunidad a la que pertenece el personaje de Esty y eso explica muy bien por qué se cierran al mundo de ese modo.

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