¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?
Una técnico enseña a los visitantes la cueva de Maltravieso durante un recorrido que dura aproximadamente una hora. HOY

Las visitas a la cueva de Maltravieso de Cáceres se mantienen al no afectar de forma grave a las pinturas

El programa, que se planteó por seis meses y que permite a cinco personas a la semana adentrarse en la cavidad, sigue activo tras un año

Cristina Núñez

Cáceres

Sábado, 16 de septiembre 2023, 07:41

Cacereños, personas del resto de la región, turistas, amantes de la historia o simples curiosos continúan adentrándose una vez a la semana a lo largo ... de los 90 metros visitables de la cueva de Maltravieso. En octubre del año pasado se retomó el proyecto de visitas que tuvo que paralizarse debido a la pandemia en 2020 y que trataba de medir cómo afectaba la presencia humana a las pinturas rupestres, que los últimos estudios sitúan en una antigüedad de 66.700 años. El proyecto marcaba seis meses, pero en las próximas semanas se cumplirá un año desde que se reabrió esta cueva prehistórica descubierta en 1951 por los hijos de Telesforo Pérez, el 'Francés'.

Publicidad

Los motivos de la prolongación de esta experiencia son varios, explica Hipólito Collado, jefe de Arqueología de la Junta de Extremadura y máximo responsable técnico de este resto arqueológico. Uno de ellos es que continúa habiendo demanda a través de la web habilitada por el proyecto First-Art. Ha influido también el periodo electoral y el relevo en los cargos políticos, que han hecho que no se haya tomado una decisión sobre hasta cuándo podrá visitarse este espacio. Pesa en el mantenimiento de esta medida el hecho de que se haya comprobado que las visitas no afectan gravemente al estado de las pinturas rupestres, indica Hipólito Collado, que precisa que nunca es «inocuo» el hecho de que a la cueva puedan acceder personas, pero que según las mediciones que se van llevando a cabo «es admisible».

Restricción

En todo caso en esta etapa se ha llevado a cabo una política restrictiva respecto a la anterior, y en lugar de 12 personas a la semana se ha procedido a una reducción a cinco, ya que se comprobó que los parámetros precedentes eran negativos, con contaminación microbiológica, contenido de C02 y florecencia de hongos.

La contaminación de la cueva se debe a motivos muy diversos. «Cuando se produjeron los últimos incendios en Monfragüe el humo llegó a afectar a la cueva. También hay presencia de radón y la sequía prolongada hace que se pierda humedad», lo que también perjudica a las pinturas rupestres, 60 manos en positivo y negativo, relieves de animales y otros dibujos simbólicos a las que algunos estudios consideran las más antiguas del mundo. Según explica Hipólito Collado se han renovado los equipos con los que se hacen las mediciones sobre la contaminación en la cueva.

Publicidad

¿Se mantendrán estas visitas a lo largo del tiempo? Collado indica que se trata de una decisión que tienen que tomar, con las evidencias que él presenta, los nuevos responsables políticos de la consejería de Cultura. «Científicamente yo soy muy restrictivo, pero los datos son tozudos».

El programa supone una inversión considerable, ya que son dos personas las encargadas de mostrar la cueva, que están contratadas y también hay una dotación para epis de protección, que son necesarias para adentrarse en la cueva de Maltravieso.

Publicidad

El proyecto de la neocueva de Maltravieso, que replicará con fidelidad esta cavidad hará que no sea necesario entrar en la real para percibir las sensaciones y apreciar las pinturas rupestres. En la cueva de Altamira, en Cantabria, cuentan con este recurso, que reproduce cómo era este espacio hace entre 35.000 y 13.000 años cuando la habitaron distintos grupos de cazadores-recolectores. Recibe aproximadamente unos 250.000 visitantes al año. Pero en Altamira, además de la visita a la neocueva se mantienen, de forma muy restrictiva, las visitas a la cueva original. Es el mismo número que en Maltravieso: cinco personas a la semana, lo que suma un total de 260 al año. Se realiza un sorteo todos los viernes entre las personas interesadas.

A pesar de los planes que hay para Maltravieso, los avances en la investigación han sido lentos. Desde 2008 está cerrada a la investigación, por lo que el grupo de Primeros Pobladores, integrado por investigadores de primer nivel como Eudald Carbonell y Toni Canals, ligados al proyecto de Atapuerca, no han podido acceder este espacio.

Publicidad

Cerca de 200 personas han visitado la cavidad desde octubre

Alrededor de 200 personas, cinco a la semana, han accedido desde el pasado mes de octubre a la cueva de Maltravieso, una visita que se han mantenido de forma ininterrumpida excepto los viernes festivos. La demanda para ver las pinturas rupestres de esta cavidad se han mantenido, y sigue activa la página web en la que se procesan estas solicitudes. Se trata de www.visitaescouralmaltravieso.com, en las que puede realizarse una única solicitud por persona. Cada viernes a las 12 de la mañana se procede al sorteo en la sede de la dirección general de Patrimonio Cultural entre las solicitudes recibidas. Se comunica telefónicamente y por correo electrónico el resultado del sorteo sólo a las personas agraciadas, por lo que, según explican las normas, se entiende que de no recibir ninguna notificación en las siguientes 24 horas la persona no ha sido seleccionada. En las normas se precisa que para dar mayor visibilidad al proyecto First-Art en el que se enmarcan estas visitas y con el objetivo de que la mayor parte de la ciudadanía posible pueda participar, las personas que ya han disfrutado de esta experiencia no pueden volver a hacerlo. A la cueva se entra con un mono blanco desechable, calzado cómodo que se desinfecta al entrar y un casco protector con luz. El tránsito se lleva a cabo por los caminos que trazaron los peones camineros de la Diputación después de que Carlos Callejo, el estudioso que halló las pinturas rupestres en 1956, empezara a interesarse en estos restos. La arqueóloga Celia Chaves es la cicerone de los que se adentren en el universo creativo de los antiguos habitantes de esta cueva cacereña, junto a Lucía Méndez, técnico de apoyo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Primer mes sólo 1€

Publicidad