El novenario de la patrona de Cáceres empieza por todo lo alto
Celebración ·
Los devotos de la Montaña abarrotan en el primer día de los actos en su honor Santa María, llena también de grupos haciendo turismo
Pasadas las doce del mediodía de este jueves apenas se podía transitar con normalidad desde el Arco de la Estrella hacia la plaza de Santa María. Decenas de personas recorrían la estrecha y corta calle que une los dos puntos. La razón, la afluencia de gente hacia la concatedral, donde desde este miércoles la Virgen de la Montaña, patrona de los cacereños, recibe a sus devotos.
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El primer día de los actos en su honor está siendo emocionante para los hermanos de la cofradía y los fieles que anhelaban la llegada de la imagen a la ciudad tras dos años en suspenso. A las ocho de la mañana se abren durante el novenario las puertas del templo, que estos días celebra diez eucaristías diarias. La de la novena, a las ocho de la tarde, la oficia el capellán de la cofradía, Ángel David Martín Rubio.
En la mañana de este jueves los niños del colegio San Antonio se encomendaban a la patrona con motivo del centenario el pasado año del centro franciscano, en el que precisamente estudió el mayordomo de la cofradía, Juan Carlos Fernández Rincón.
«Me ha sorprendido ver la concatedral llena de gente, los niños han cantado, han bailado... recordando mi estancia en el colegio hace más de 50 años, hemos empezado de una forma maravillosa, con lo cual no puedo estar más satisfecho porque la gente está entregada a la Virgen de la Montaña en el primer día», decía visiblemente contento el mayordomo tras participar en el acto del San Antonio.
En Santa María se han congregado además de fieles de la Virgen numerosos grupos de turistas. La plaza este mediodía era un hervidero de gente en todas las direcciones. En el interior de la concatedral, feligreses escuchando misa y visitas cortas de seguidores de la patrona que no se pierden el novenario.
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«Vengo por tradición todos los años y le hago la novena, porque soy muy devota y subo mucho a la ermita», contaba la cacereña Dioni Holguín a la salida de la iglesia.
Por devoción otra ciudadana de la provincia, María Ángeles Delgado, entraba a dar gracias a la patrona. «Si puedo vengo todos los años». Como ella, el matrimonio natural de Sierra de Gata formado por Pilar Martín y Eusebio Iglesias. «Tenemos un piso en Cáceres y nos llama mucho venir a ver a la Virgen aprovechando que estamos aquí», detallaban.
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También de fuera de la ciudad, del Casar de Cáceres, se había desplazado Rosi Cantero a la concatedral. «Hemos venido con mi nuera, que va a tener familia, pero yo siempre vengo a ver a la Virgen cuando trabajo en Cáceres», relataba la mujer.
«Vengo por tradición todos los años y le hago la novena, porque soy muy devota y subo mucho a la ermita»
Dioni holguín
«Hemos venido con mi nuera, que va a tener familia, pero yo siempre vengo a ver a la Virgen cuando trabajo en Cáceres»
Rosi Cantero
La patrona luce este jueves un manto blanco con bordados dorados de la colección de 165 piezas que atesora en la actualidad. Una cifra que se ha alcanzado gracias a las donaciones de los últimos tres años.
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El paso de gente en los próximos días hacia la concatedral, atravesando las calles del centro y la Plaza Mayor, supondrá otro balón de oxígeno para sectores como el comercio y la hostelería después de las multitudinarias jornadas que han dejado las procesiones de la Semana Santa. En San María se han colocado ya los tradicionales vendedores de cupones para aprovechar la afluencia de público.
La patrona permanecerá hasta el 1 de mayo en el templo, después volverá a su santuario en la Montaña.
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