Los técnicos recomiendan la restauración integral de la Torremochada en Cáceres para evitar nuevos derrumbes
Los trabajos urgentes realizados tras el desplome sobre una vivienda el pasado mes de abril no son suficientes y se aconseja actuar también en el muro albarrano
C. Mateos
Cáceres
Viernes, 25 de julio 2025, 12:17
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cáceres ha tomado conocimiento este viernes del informe técnico emitido por la Unidad de Proyectos Estratégicos ... y Edificación en el que se recomienda una actuación inmediata de restauración integral sobre la Torremochada, tras el derrumbe parcial ocurrido el pasado mes de abril y las intervenciones de emergencia ya ejecutadas. La conclusión es que la torre presenta un estado de deterioro que compromete tanto su estabilidad estructural como la seguridad del entorno, por lo que plantea la necesidad de llevar a cabo trabajos de consolidación definitiva y rehabilitación.
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La recomendación técnica se produce después de que el pasado 11 de abril se produjera un desprendimiento de parte del paso albarrano que conecta con la Torremochada. El colapso del machón de tapial impactó directamente sobre una vivienda anexa, habitada por la familia Tejado, que reside junto al monumento desde hace décadas. El suceso se produjo de madrugada y, aunque no hubo daños personales, sí se registraron importantes desperfectos materiales, especialmente en una zona techada del patio donde se almacenaba material doméstico. Según el testimonio de Ángel Tejado, uno de los residentes, «nos llevamos un susto terrible; si llego a estar en el patio en ese momento, no lo cuento».
Actuaciones de emergencia
Tras el aviso urgente a la Policía Local, técnicos del Ayuntamiento, del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, de la Consejería de Cultura y de la Oficina de Desarrollo Urbano se desplazaron al lugar para valorar la situación. En una primera inspección se comprobó el colapso de un tramo del muro de tapial, material de baja calidad que no había sido objeto de restauración en las intervenciones realizadas en la década de los 80. También se detectó que otro sector del muro permanece parcialmente desgajado de la torre, lo que sigue representando un riesgo de nuevos desprendimientos.
Ante esta situación, el Ayuntamiento activó una serie de actuaciones urgentes. Entre ellas estuvo la retirada del fragmento de muro totalmente desprendido y de los escombros generados, tanto del paso albarrano como de una cubierta metálica adosada y un muro de hormigón que también resultó afectado. Parte del tapial retirado está siendo analizado por técnicos de la Consejería de Cultura, por si pudiera contener materiales de interés arqueológico como restos cerámicos, lo que podría ofrecer información relevante sobre la datación y evolución del monumento.
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Además, se ejecutaron tareas de limpieza en la cubierta de la torre, se aplicó un producto consolidante sobre las zonas dañadas y se llevó a cabo una inspección visual completa desde la parte superior de la estructura para evaluar su estado general. En paralelo, se estudió la viabilidad de apuntalamientos temporales con estructuras metálicas cimentadas en la zona donde se encontraba el muro colapsado, con el fin de garantizar la seguridad inmediata del entorno.
Problema histórico
Los vecinos afectados han señalado que la situación de deterioro de la torre venía denunciándose desde hace años. Según relatan, ya en 2000 alertaron al Ayuntamiento sobre el estado del machón que finalmente colapsó. Las filtraciones por agua de lluvia, la falta de mantenimiento y el envejecimiento de los materiales parecen haber sido determinantes en el desprendimiento. De hecho, técnicos municipales han confirmado que el machón estaba compuesto por tapial de baja resistencia, sin intervención alguna desde su construcción.
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Concluida esta primera fase de emergencia, el informe técnico ahora conocido aboga por una restauración estructural completa del muro albarrano y actuaciones complementarias para recuperar la estabilidad del conjunto arquitectónico. Por ello, la Junta de Gobierno Local ha acordado trasladar el informe al Consorcio Cáceres Ciudad Histórica para coordinar las obras necesarias, que se llevarán a cabo en colaboración con la Junta de Extremadura y otras entidades patrimoniales.
Más allá de la urgencia estructural, la restauración de la Torre Torremochada forma parte de una estrategia más amplia de puesta en valor del patrimonio histórico cacereño. El concejal de Urbanismo, Tirso Leal, ha subrayado que estas actuaciones están alineadas con la Agenda Urbana de Cáceres y el Plan de Actuación Integrado (PAI), a través del cual el Ayuntamiento aspira a obtener financiación europea para consolidar su modelo de ciudad patrimonial y sostenible.
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«La Torremochada es una de las joyas olvidadas de nuestra muralla. Este incidente ha puesto de manifiesto la urgencia de actuar, pero también la oportunidad de recuperar su valor histórico, integrarlo en la ruta turística y abrirlo a la ciudadanía. Queremos que vuelva a formar parte de la memoria viva de Cáceres», señaló Leal en junio.
La Torre Torremochada, de planta octogonal, fue construida sobre sillares romanos y formó parte del sistema defensivo almohade. Su nombre proviene de la desaparición de la cámara superior, lo que la dejó 'mochada'. Desde su punto de unión con la muralla se extendía un paso albarrano, hoy desaparecido en su mayor parte. Este cuerpo saliente era fundamental para la defensa del recinto fortificado.
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El Plan Director de la Muralla de Cáceres ya contemplaba intervenciones en esta zona, entre ellas la eliminación de construcciones anexas, la instalación de una pasarela y la habilitación de un mirador. Durante el mandato anterior se presentó una solicitud de financiación europea para acometer estas mejoras, que fue denegada por el Ministerio de Industria y Turismo. Actualmente, el equipo de Gobierno trabaja para reactivar el proyecto y conseguir los recursos necesarios.
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