Marcelino cumple un siglo rodeado de felicidad en Cáceres
Los residentes del casco viejo sorprenden a este vecino por sus cien años y le hacen un bonito homenaje en la puerta de su casa
Marcelino Testón Rodrigo tardará en olvidar el día de ayer por dos motivos. El primero es que cumplió cien años y el segundo, por la grata sorpresa que le dieron sus vecinos. Desde la asociación Ciudad Monumental orquestaron un pequeño homenaje para este residente de la calle Belén, hasta donde se desplazó un grupo del colectivo vecinal para llevarle una tarta y un cuadro conmemorativo. Encantado con el detalle, Marcelino agradeció el gesto cantando.
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Nació el 24 de mayo de 1921 en Torrejoncillo. Se quedó en puertas de tener que ir a la guerra y pasó tres largos años en aquel Madrid devastado, cumpliendo el servicio militar. En el pueblo quedaba su novia, Leo Núñez, una joven morena con quien se casó en 1946. Tienen tres hijas, siete nietos y dos bisnietos. Leo tiene ahora 99 años.
Marcelino ha sido toda su vida agricultor y ganadero, un hombre de campo sabio y tenaz, enamorado de su trabajo. Nació con un oído y una voz privilegiadas. Cantaba a todas horas, mientras trabajaba, mientras se aseaba, cuando había algo que celebrar. Fandangos, milongas, mineras, alegrías, coplas… Todavía hoy, cuando la ocasión lo merece, se arranca y sigue cantando, como demostró ayer. «¡Qué bonita es la alegría!», entonó. Desde hace seis años vive con su mujer en el casco viejo de Cáceres.
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