«Los ictus en jóvenes han aumentado por culpa del estrés»

Son cifras más que suficientes para sacar conclusiones en torno al ictus, una patología que sufren 120.000 personas cada año. De ellas, más de un 25% fallecen y dos de cada tres que sobreviven presentan secuelas.

En este tiempo, los especialistas de la Unidad cacereña han observado que «los casos en jóvenes han aumentado debido a factores emergentes que tienen mucho que ver con los estilos de vida, es decir, el estrés y la falta de sueño, por ejemplo», según indica Portilla. «Antes se consideraba una enfermedad asociada a la edad. Y eso sigue siendo así, pero también nos estamos encontrando con personas más jóvenes, por debajo de los 60 años. Ahí influyen los factores de riesgo vasculares clásicos, como hipertensión, tabaquismo, hábitos alimentarios o sedentarismo, y también otros nuevos como el estrés, la obesidad o la contaminación», explica el neurólogo.

Asegura que cada vez se valoran más ictus en fases precoces gracias a las campañas de información que se llevan a cabo. «Ahora se conoce mejor y las personas que lo sufren solicitan ayuda antes», añade.

En España, solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad, que según la Sociedad Española de Neurología, consisten en la pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo, alteración en el lenguaje con dificultades para hablar o entender, pérdida de visión por un ojo, visión doble o pérdida de la coordinación o el equilibrio, así como dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros habituales.

Es fundamental llamar al 112 incluso cuando solo se experimente un solo síntoma o desaparezcan a los pocos minutos.

Desde 2019, la Unidad del hospital cacereño, con el desarrollo del Código Ictus, ha incrementado el número de personas que trata. Es un procedimiento de actuación urgente basado en el reconocimiento precoz de los signos y síntomas de un ictus, con la consiguiente priorización de cuidados y traslado inmediato a un centro especializado. «En la última década ha habido avances importantes en cuanto a tratamientos en fase aguda, es decir, las primeras 24 horas desde que se inician los síntomas», concluye el especialista.