La empresa de la muralla achaca su renuncia a la dejadez del Ayuntamiento de Cáceres
El gobierno municipal no admite los argumentos de Cabero Edificaciones y le insta a reanudar los trabajos de rehabilitación
C. Mateos / M. M. Núñez
Cáceres
Viernes, 3 de noviembre 2023, 19:16
La empresa vallisoletana Cabero Edificaciones, adjudicataria de la segunda fase de la rehabilitación de la muralla, asegura que su renuncia a continuar con la ... obra tiene respaldo legal y culpa al Ayuntamiento de Cáceres de cometer reiterados incumplimientos y errores que la llevaron a tomar esa decisión el pasado verano.
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El administrador único de la empresa Javier Cabero, ha justificado en declaraciones a HOY la renuncia al contrato por dos motivos: la paralización de la obra durante más de ocho meses consecutivos, y la falta de certificación y pago durante más de seis meses. «Ambas cosas están avaladas documentalmente y las dos son por sí mismas motivo legal de resolución del contrato», asegura el constructor.
La concejala de Patrimonio, Raquel Preciados, hizo público el pasado 31 de agosto que Cabero Edificaciones había renunciado al contrato y aseguró que la empresa no había alegado ninguna causa concreta para hacerlo. Javier Cabero lo niega, y afirma que en el escrito de renuncia vienen «perfectamente explicadas»las causas, que son las mencionadas anteriormente.
Los problemas con la segunda fase de la muralla se remontan a septiembre de 2022. Ya antes de empezar la obra el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana comunicó al Ayuntamiento que le había retirado los 844.624 euros con los que iba a financiar la mayor parte de la rehabilitación (el contrato con Cabero asciende a 1.017.143 euros) por haber realizado una modificación sustancial del proyecto inicial. Además, había un litigio con una vecina que reclamaba la propiedad de la Torre Redonda (ya resuelto por los tribunales a favor del Ayuntamiento), lo que impedía iniciar los trabajos al mismo tiempo en los dos tramos de la muralla donde se iba a actuar, lo cual entorpecía la planificación de la empresa adjudicataria.
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Sin seguimiento arqueológico
Pese a todo, según el relato de Javier Cabero, la constructora se disponía a iniciar las obras en ese mismo mes de septiembre de 2022, pero no lo pudo hacer porque no se había contratado el seguimiento arqueológico, imprescindible en este tipo de intervenciones. «Lo único que pudimos fue montar los andamios y aplicar herbicida al lienzo, y el 18 de octubre de 2022 la obra quedó paralizada de facto», señala.
Transcurrieron los meses hasta que el pasado 5 de julio Rafael Mateos, en una de sus primeras decisiones como alcalde, firmó una resolución por la que se autorizaba el levantamiento de la suspensión de las obras y se ordenaba su reanudación, que se pagaría íntegramente con fondos propios municipales tras la pérdida de la subvención estatal.
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Durante los meses de espera se había contratado por fin el seguimiento arqueológico, pero Javier Cabero afirma que cuando se pusieron en marcha para retomar los trabajos, vieron que el arqueólogo había renunciado debido a la demora en empezar. «No me podía creer que estuviéramos de nuevo igual que al principio, así que le dije al Ayuntamiento que renunciábamos al contrato y presenté el escrito en el registro», asegura el constructor.
Javier Cabero detalla que en estos 13 meses desde que se iniciaron los trabajos tan solo se han ejecutado 16.000 euros del más de un millón de presupuesto que tiene la obra, y que además no se los han certificado ni pagado, lo cual sería otro motivo legal para la resolución unilateral del contrato por el tiempo transcurrido.
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Asegura además que ha habido otros incumplimientos por parte del Consistorio, como que nunca les llegaron a citar para firmar el acta de reinicio, o que no se les ha facilitado el acceso a la muralla. «Hemos sido nosotros los que hemos tenido que ir hablando uno a uno con los vecinos, cuando eso es responsabilidad del promotor, en este caso el Ayuntamiento», afirma Cabero.
El representante de la empresa dice que a estas alturas lo único que quiere es alcanzar un acuerdo con el Consistorio para salir de la obra y que se le pueda adjudicar a otra empresa. «La ley dice que tenemos derecho a recibir un 6% de lo no ejecutado, además de daños y perjuicios, pero estamos dispuestos a negociar una salida amistosa», apunta.
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Versión municipal
El Ayuntamiento de Cáceres, por su parte, no acepta los argumentos de la empresa para renunciar al contrato. El portavoz del gobierno municipal, Ángel Orgaz, aseguró este viernes que el principal motivo dado por Cabero para negarse a reanudad la obra es que no está asegurada su financiación, pero el Consistorio recuerda que ya se efectuó una modificación de crédito que garantiza que la obra se podrá llevar a cabo pese a la pérdida de la subvención.
Orgaz no mencionó la paralización de la obra durante más de ocho meses ni la falta de certificación y cobro durante seis que argumenta la empresa para resolver el contrato. «Omiten la realidad y ponen en nuestra boca temas que no se han dicho», se quejó Javier Cabero tras conocer las palabras del portavoz.
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Ángel Orgaz tampoco aclaró si, tras ese rechazo de las alegaciones, concretado en una resolución de Alcaldía de este viernes, se mantendrá la opción de continuar la rehabilitación de la muralla con Cabero o si se acudirá a la empresa que fue la segunda mejor valorada del ese concurso o se tendrá que abrir una nueva licitación.
A ese respecto, Javier Cabero advierte de que ellos siguen siendo legalmente los adjudicatarios de la obra, por lo que es muy dudoso que mientras no se les retire esa condición se pueda contratar con otra empresa o convocar un nuevo concurso. Reitera además su decisión irrevocable de no retomar los trabajos.
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