Estafada por una cita de internet en Cáceres: «Me ha dejado arruinada y destrozada»
La mujer relata en el juicio el calvario que ha sufrido desde que ambos contactaron a través de Badoo y cuenta cómo perdió casi 60.000 euros mediante engaños
«Desde que le conocí mi vida ha sido un infierno. Él me decía que tenía que pagarle porque estaba en peligro mi vida y ... la de mis hijos. Tuve que pedir créditos para mandarle dinero. Vendí mi coche, y aún tengo deudas con la luz, la comunidad, con todo. Me ha dejado arruinada y psicológicamente estoy destrozada», declaró este martes una mujer de alrededor de 45 años ante los magistrados de la Audiencia Provincial de Cáceres.
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A su espalda, sentado en el banquillo, estaba el origen de su desgracia: un hombre de unos 40 años con la cabeza rapada, de mediana altura y complexión fuerte, que vestía unos pantalones vaqueros rasgados y cazadora de cuero.
Ella, separada y con hijos, que según aseguró había sido víctima de violencia de género, le conoció en una página de internet de citas, en Badoo, el 7 de enero de 2019. Congeniaron, se llamaron por teléfono y el fin de semana del 12 y 13 de enero de 2019, quedaron para conocerse mejor en Porzuna (Ciudad Real).
«Pensaba que me encontraría a terroristas»
Después de ese encuentro siguieron hablando por teléfono y el procesado le mintió para empezar a pedirle dinero. Él, que ha trabajado de instalador de placas solares, le dijo que era militar, que le habían desplazado al extranjero y que le hacía falta dinero que ya le devolvería; también le pidió cantidades para ayudar a unos inexistentes niños que había encontrado en una frontera. Luego ya le dijo que tenía problemas con un grupo armado, y que también tenía sus señas. «Me dijo que estaba vigilada y perseguida. Yo pensaba que podía ir a casa y encontrarme a terroristas, y me decía que no podía contar nada», declaró la víctima ante el tribunal.
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Ella estaba en paro, vendió su coche, una máquina de coser, empeñó joyas y le pidió dinero a familiares. Afirmó que llegó a ir a comedores sociales a pedir comida gratis.
En total, desde febrero de 2019 al mismo mes de 2020 le hizo 150 transferencias a él o a cuentas de personas relacionadas con él. La suma que le mandó fue de 58.543 euros, gastando más de 300 euros en comisiones de los bancos.
El acusado reconoció que se había quedado con ese dinero, después de haber pasado con ella una noche.
Su abogado defensor, al reconocer su cliente el delito, pidió lo mismo que el fiscal: que le condenen a dos años de cárcel, que no cumpliría al no tener antecedentes, y así poder trabajar para devolverle a la víctima el dinero que le estafó.
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El defensor recalcó que no estaba acreditado que ella estuviera en la ruina, indicó que no perdió su casa y que ahora está trabajando.
El acusador particular solicitó al tribunal que condene al procesado a cinco años de prisión, que devuelva el dinero estafado, que pague una multa de 3.300 euros, y que indemnice a la víctima con 20.000 euros por los daños morales que le ha causado. Según ella aún está afectada y está sometida a tratamiento psiquiátrico.
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