Un franciscano sin relación con los hechos accede al centro de Cruz Blanca en una imagen de archivo. A. MÉNDEZ

El cuidador de la Cruz Blanca acusado de maltrato y vejaciones en Cáceres mantiene su inocencia

Este martes ha concluido sin acuerdo la audiencia previa celebrada en la capital cacereña y el juicio se ha fijado para el 3 de julio. El trabajador, que ha estado arropado por varios compañeros, no reconoce los hechos  

Martes, 3 de junio 2025, 12:04

El cuidador del centro residencial y casa familiar que los Hermanos de la Cruz Blanca tienen en la parte antigua de Cáceres, acusado por la Fiscalía ... de humillar y agredir a un usuario con retraso mental severo, mantiene su inocencia y no reconoce los hechos. Así lo ha manifestado durante la audiencia previa celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Cáceres, que ha concluido sin acuerdo. Se ha fijado el juicio para el 3 de julio.

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El acusado ha acudido acompañado por su abogada, Verónica Moreno Durán, y por varios compañeros de trabajo del centro residencial, que han asistido para mostrarle su apoyo. También estaba el religioso que en el momento en el que se produjeron los hechos denunciados, en 2023, estaba al frente del centro cacereño. Desde la congregación no han querido hacer declaraciones al respecto.

«Mi cliente como acusado defiende su inocencia. No reconoce los hechos», ha señalado a la salida la letrada, al tiempo que ha explicado que en este caso no hay acusación particular. La acusación, ha indicado, solo la ejerce la Fiscalía.

Tal y como ha publicado este diario, la Fiscalía Provincial ha pedido una condena de tres años de cárcel para el cuidador. Le acusa, en concreto, de maltrato y vejaciones a un usuario con retraso mental severo y solicita además el pago de una indemnización de 10.200 euros a la víctima y una multa de 4.380 euros.

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Lo que dice el escrito de Fiscalía

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, al menos durante el año 2023 este trabajador maltrató y menospreció al usuario «mediante actos humillantes y atentatorios a su persona, faltándole al respeto y menoscabando su autoestima», hasta el punto de que el usuario ya no quería seguir en la residencia, donde hasta entonces «vivía felizmente».

La Fiscalía relata por otra parte que el 18 de septiembre de 2023, alrededor de las seis de la tarde, este cuidador se encontraba en el salón de la residencia junto a otras dos enfermeras cuando «a consecuencia del trato recibido por el acusado, así como por su enfermedad mental», el usuario le dijo «te voy a matar, voy a pedir a mi cuñado que tiene una escopeta que te haga daño». Acto seguido, el interno fue a la cocina y empezó a revolver los armarios. Una enfermera acudió tras él y le tranquilizó, pese a lo cual el acusado fue para allá y «de forma inopinada «agarró [a la víctima] del cuerpo, lo arrojó al suelo y comenzó a propinarle puñetazos y patadas por todo el cuerpo».

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Aunque la enfermera le pidió «para, para ya, que te estás buscando un problema, que le vas a matar», la Fiscalía indica que «el acusado solo finalizó su agresión al detenerle diversos cuidadores».

El usuario sufrió numerosas lesiones en el pie, el cuello y otras partes del cuerpo, que fueron fotografiadas por la enfermera y de las que tardó en sanar cinco días. A las 19.00 horas ingresó en el hospital y el parte médico reflejó «alteraciones de conducta en el contexto de factores externos actualmente resuelta».

La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito contra los derechos fundamentales en su modalidad de lesión en la dignidad por motivos discriminatorios, por el que pide dos años de cárcel, y otro de maltrato por conviviente, por el que solicita un año. Además, pide imponer al acusado una multa de 4.380 euros y el pago de una indemnización de 10.200 euros, que se abonaría a la tutora de la víctima. La Compañía Hermanos de la Cruz Blanca es responsable civil subsidiaria como gestora del centro residencial. También solicita inhabilitar al acusado durante cinco años para el cuidado de personas.

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Según ha podido saber este diario, el usuario ya no está en el centro de la Cruz Blanca, sino que se encuentra en el hospital psiquiátrico de Plasencia.

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