El Cristo del Humilladero vuelve a presidir el altar de la ermita cacereña del Espíritu Santo
Una restauración integral ha devuelto su esplendor a la valiosa y antigua talla, que sale en procesión cada Jueves Santo
Es una de las imágenes que le valió a la Semana Santa cacereña su declaración de Interés Turístico Internacional hace ahora diez años. El Cristo del Humilladero, una de las tallas más antiguas y de más valor de la ciudad, vuelve a presidir el altar de la ermita del Espíritu Santo tras someterse a una profunda restauración que se ha prolongado durante seis meses.
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La imagen llegó de Sevilla, donde los especialistas del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico la han tratado, en la tarde del miércoles. Este jueves, el templo que la alberga celebraba una eucaristía de acción de gracias oficiada por su párroco, Ángel Martín Chapinal, por su reposición al culto.
«Es el icono de la ermita porque está expuesta en el centro del presbiterio», resalta Martín, quien agradece a la cofradía su empeño en restaurarlo. «Siempre que se restaura algún bien es una buena noticia porque las imágenes nos tienen que ayudar a restaurar también nuestras relaciones», señala el sacerdote.
El Cristo del Humilladero, de autor anónimo y esculpido a finales del siglo XV o principios del XVI, presentaba antes de ser reparado integralmente diversas patologías. La más grave, la presencia de carcoma, entre otras razones por las humedades que afectan a la parroquia que la cobija, que también espera un proyecto de rehabilitación.
«A la imagen se le ha aplicado un tratamiento de anoxia para reparar la carcoma y se ha reparado su policromía original»
Eliminar la plaga fue lo primero que hicieron los restauradores. Durante un mes mantuvieron la talla dentro de una bolsa para aplicarle un tratamiento de anoxia y retirar el oxígeno. A partir de ahí se han atajado el resto de daños, según detalla el vicemayordomo de la cofradía, Ismael López.
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«Se han consolidado grietas y fisuras, alguna de ellas de hasta 2,6 cm en algún punto. La imagen también había perdido su policromía original y la pintura estaba levantada en algunas partes, como en el rostro, donde se veía la capa de estuco. Todo se ha integrado cromáticamente siguiendo las normas de restauración», precisa el cofrade.
La cruz que sostiene la imagen, que mantiene los clavos originales, ha sido sustituida por una de madera de roble. También es nuevo el cartel con las siglas inri, tallado en forma de pergamino y con una tipografía gótica.
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La escultura ha quedado ligeramente más clara por la limpieza que se le ha realizado, «aunque es algo que no se aprecia», matiza el hermano, que confiesa que la junta de gobierno de la cofradía está «muy satisfecha» con el trabajo. «Ha quedado muy bien y se han corregido todos los problemas que tenía», subraya.
Desde la hermandad confían en que la imagen pueda procesionar como cada Jueves Santo en la Semana Santa de 2022. «Ojalá podamos. Parece que se van eliminando las restricciones. Nosotros vamos a trabajar para que así sea», manifiesta López.
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El coste de la restauración, que ha ascendido a 12.000 euros, lo ha sufragado la cofradía con fondos propios y donaciones. El Cristo del Humilladero puede venerarse en su ermita del Espíritu Santo de lunes a viernes de 10.00 a 12.00 de la mañana y los sábados y domingos por la tarde.
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