Condenan a los padres y a su hijo por un botellazo en la fiesta ibicenca de Malpartida de Cáceres

El 14 de julio de 2022 el agredido puso una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Malpartida de Cáceres y los agentes dieron el con agresor, que resultó ser un menor de edad.

Hace unos meses, el 19 de enero de 2023, el Juzgado de Menores de Cáceres tras analizar qué ocurrió esa noche, encontró al joven culpable de un delito de lesiones con empleo de medio peligroso. La pena que le impuso era de 18 meses de libertad vigilada, y sus padres tendrían que indemnizar al agredido con 1.325 euros, además de pagar las costas del procedimiento.

La sentencia fue recurrida, y la Audiencia Provincial de Cáceres la ha confirmado. La sentencia ahora es firme, contra ella no cabe recurso alguno.

Queda probado, según los dos tribunales, que en la fiesta ibicenca, entre las tres y las tres y media de la madrugada, el menor golpeó con una botella de cristal de ginebra Larios a un hombre, alcanzándole la zona occipital derecha, donde le causó un corte que requirió sutura. También sufrió un pequeño corte, de un centímetro, en la zona malar derecha (sobre la oreja), y pequeñas laceraciones en el hemicuello derecho. Tardó diez días en curar de las heridas. Como consecuencia de la lesión le ha quedado una cicatriz en el cuero cabelludo y otra lineal en la zona malar, que constituye un perjuicio estético mínimo.

El condenado no ha reconocido que él hubiera causado la agresión. Aseguró que en el altercado participaron «un montón de chicos», según sus palabras, y que el herido debió hacerse los cortes al caer al suelo y herirse con los cristales que había tirados. También se señaló en el recurso que los padres no deberían ser declarados responsables civiles solidarios.

La Audiencia Provincial considera que está probado que el menor fue el causante de la agresión, ya que así lo ha señalado una testigo que le ofrece toda la credibilidad.

Sobre la responsabilidad de los padres, hay un informe emitido por un equipo técnico, que destaca que el menor se está criando en un sistema de familia monoparental, ya que los padres están divorciados y la guarda y custodia la tiene la madre, relacionándose frecuentemente el menor con su padre.

Es un menor con problemas a nivel escolar, con una motivación, interés y rendimientos mínimos, con conducta irregular en clase, habiendo sido expulsado en más de una ocasión por acumulación de partes, y (según el informe), con carencias que pudieran constituir factores de riesgo social, tales como el inicio en el consumo de tóxicos, y vinculación a grupos de jóvenes instaurados en el consumo y con escasa motivación en los estudios. Indica que aunque la madre se ocupa de forma correcta de el menor, «vemos que no mantiene control sobre lo que hace fuera del domicilio, desconociendo los hábitos de su hijo», indica.

La Audiencia confirma la responsabilidad de los padres.