El autobús urbano de Cáceres pierde casi la mitad de sus viajeros por la pandemia

El autobús urbano es otro de los grandes damnificados de la pandemia. Los efectos de la covid arrastran al transporte público de la ciudad, que cae en número de usuarios en 2020 casi a la mitad. Por encima del 40 por ciento. En 2019 se subieron 4,6 millones de viajeros mientras que de enero a diciembre de 2020 solo fueron 2,7. Exactamente 1.855.522 usuarios menos. Se traduce en un déficit de 5.000 al día, y ello a pesar de que en el mes de abril y parte de mayo el servicio fue gratuito. Según las primeras estimaciones, la caída de la recaudación puede superar el millón de euros.

Por líneas, la más utilizada ya es la número 8, que conecta Cáceres el Viejo y la barriada Sierra de San Pedro. Suma más de 552.000 usuarios y tuvo su pico más alto en febrero, justo antes del inicio del estado de alarma. Entonces llegó a superar los 79.000 viajeros, mientras que al mes siguiente solo se subieron a los vehículos de Subus algo más de 7.300.

Para hacerse una idea de lo que ha supuesto la covid en el servicio de transporte de la capital cacereña solo hay que echar un vistazo a la estadística de un año antes. Entonces, la línea 8 fue la segunda más frecuentada. Casi 900.000 viajeros contabilizó. Ha perdido 343.990 usuarios, más del 38 por ciento.

La segunda línea más utilizada en Cáceres es la 2. Conecta la barriada de Mejostilla y la del Espíritu Santo, pero con la particularidad de que da servicio a otros barrios como Las 232 o Moctezuma y además las comunica con el centro. Contabilizó en 2020 un total de 529.493 usuarios. El anterior fueron más de 900.000, la más usada. Ha caído por encima de la media, un 41 por ciento. En viajeros, 371.056 menos.

También se notan los efectos de la pandemia en la línea del campus. Contaba con 800.000 viajeros y ahora apenas supera los 420.000, prácticamente la mitad (un 47 por ciento). En tres de los doce meses del año, esa línea ni siquiera tuvo uso. En abril, mayo y agosto no contabilizó ningún usuario. En junio fueron 87 y en julio 266.

La línea de refuerzo del campus, que se había quitado a principios de 2019, recogía en la estadística de ese año solo 6.000 usuarios. Ahora pasa de 24.000. Es la única que sube. Todas las demás pierden usuarios, incluidas las pedanías, que siguen siendo testimoniales. A Rincón de Ballesteros fueron 38 personas y a la Estación Arroyo-Malpartida 10. El año anterior fueron 59 y 123, respectivamente.

Otro caso significativo es el del Ferial, con una línea que solo tuvo uso en verano para dar cobertura a la terraza que se abrió. Apenas superó los 600 usuarios. En 2019 fueron más de 48.000.

El reflejo económico de estas cifras aún está por concretarse. Un informe de Intervención ya apuntaba que la factura del bus para 2020 será de 4,1 millones. En 2020 el Consistorio consignó en el presupuesto municipal 3,2 millones para el déficit del transporte urbano. Hay que añadir el coste de las medidas que se han aplicado para contención de la covid, con mamparas, medios de pago, geles...

Está pendiente una modificación de contrato para mejora de varias líneas y que a pesar de haber sido aprobada no se ha formalizado aún. No saldrá gratis ya que supone un recibo adicional de 233.728 euros. Las medidas no serán inmediatas puesto que Subus tendrá que adquirir nuevos vehículos.

En la concesionaria no se recuerdan cifras como las actuales, con datos impensables tras la evolución que había ido mostrando el servicio en los últimos ejercicios. El autobús cacereño venía hasta que llegó la pandemia de cuatro años consecutivos de subidas de usuarios en una racha que la covid ha truncado.

Las previsiones señalan que se tardarán años en recuperar la cifra que se acercaba a los cinco millones de viajeros en 2019, sobre todo si se tiene en cuenta que se mantienen activas algunas restricciones como el límite del 60 por ciento de la ocupación de los vehículos.

Los informes técnicos que maneja el Consistorio son concluyentes: en un solo trimestre, de junio a agosto, se dejaron de recaudar más de 276.000 euros. La caída de la recaudación solo en verano pasó del 56 por ciento. En abril se subieron al autobús menos de 38.000 personas. Un mes después no se llegó a 74.000.