Los primeros pacientes con cáncer serán tratados con el acelerador lineal en 5 meses

El acelerador lineal comenzará a tratar tumores en el Hospital Universitario a partir de noviembre y será el primero de titularidad pública del área de Salud de Cáceres. Se beneficiarán de su instalación y puesta en marcha entre 400 y 500 pacientes al año, según los cálculos del Servicio Extremeño de Salud (SES). No serán, sin embargo, solo enfermos de Cáceres, sino que la dotación dará servicio a toda Extremadura y también permitirá la cobertura de tratamientos de personas de otras regiones del sistema de salud. Facilitará, asimismo, que cacereños que ahora deben desplazarse para recibir atención médica, antes de final de año puedan acceder al tratamiento sin salir fuera.

Alojado ya en el búnker habilitado, el acelerador lineal de electrones (LINAC) de Cáceres es el primero de los cuatro que han sido donados a la comunidad autónoma por la Fundación Amancio Ortega.

Supone una inversión de 3,68 millones de euros al tratarse de «uno de los más avanzados tecnológicamente que hay en España», según el SES.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, acompañado por el gerente, Ceciliano Franco, y otros directivos del SES reconoce que la crisis sanitaria de la covid-19 ha retrasado el operativo, aunque en estos momentos ya se trabaja en la «calibración» del aparato, de tal forma que las sesiones de radioterapia a los pacientes sean las «justas» y se pueda actuar «de la forma más segura». Una vez obtenga la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el acelerador estará listo para funcionar. Esto permitirá intervenir con mayor precisión en casos de cánceres y tratar tumores de pequeño tamaño con menos efectos, mayor precisión y un menor número de sesiones. José María Vergeles pone el acento en técnicas «menos invasivas» que a partir de ahora implican someter al paciente a una radiación más baja. «Ello reduce los efectos adversos. Por ejemplo en un cáncer de próstata será menos probable que el enfermo tratado sufra incontinencia, impotencia...», vino a decir a modo de ejemplo.

Además, con la puesta en funcionamiento del acelerador, por primera vez este tipo de tratamientos se llevarán a cabo con medios y en instalaciones públicas en Cáceres, incidió el consejero. «Se dará un servicio de oncología de calidad», refrenda Vergeles.

Según el SES, con el acelerador lineal se consolida el paso ya dado hace siete meses al ponerse en práctica en Cáceres la denominada radioterapia intraoperatoria. El pasado mes de noviembre, dos mujeres con cáncer de mama fueron las primeras pacientes intervenidas en un hospital público de la región mediante este método, conocido como RIO. Es una técnica que también se aplica en el tratamiento mediante el equipo tecnológico que a su vez donó la Fundación Amancio Ortega. Fue adquirido a la empresa Xoft Axxent, de Estados Unidos, en un concurso público licitado por el SES. En este caso, la inversión rondó el medio millón de euros.

Está previsto que el personal sanitario de radiofísica y oncología radioterápica se incremente aunque el consejero no ofreció cifras. «El paso que se da ahora es importante, ya que se trata de un acelerador lineal de última generación», avanzó antes de recorrer las instalaciones junto a otros responsables del SES. En Badajoz se reforma el techo del búnker para instalar un nuevo acelerador, donde ya se montó uno con fondos europeos; en Mérida se remata el doble búnker y en Plasencia se está avanzando en el proyecto para el segundo búnker, según Vergeles.

El consejero resta importancia a los retrasos, por permisos pendientes, en la puesta en marcha de la cafetería del nuevo hospital, que ya debería estar abierta tras su adjudicación:«El café es el mismo que ahora, pero espero que se pueda desatascar».