Sobre el cura detenido: "Aquí no tenía ninguna actividad relacionada con niños o jóvenes"

"No tenía ninguna actividad relacionada con niños", ha asegurado Juan Gómez Solís, titular de la parroquia de San Pedro de Alcántara de Cáceres, donde ejerció como vicario el párroco de Arroyomolinos de Montánchez, J.C.M.T., detenido el viernes por presuntos abusos a menores.

Sorprendido por esta detención, como toda la Diócesis de Coria-Cáceres, Gómez Solís aclaró que el sacerdote detenido, que hasta ayer permanecía en los calabozos de la Policía Nacional de Cáceres, nunca ha desarrollado tareas relacionadas con los niños, como las catequesis, o cualquier otro tipo de actividades infantiles o con jóvenes durante los tres años en los que ha sido vicario en esta parroquia, hasta octubre de 2014.

Preguntado si en algún momento ha podido tener alguna duda sobre el comportamiento de su vicario, Juan Gómez resalta que nunca ha albergado «la más mínima sospecha de nada, nada de nada».

Por el contrario, recuerda su buen trabajo y buenas relaciones con los feligreses: «era muy amable y cariñoso con la gente», señala e insiste en que en su tarea no tenía relación con menores. Además, matiza que su trabajo no era a tiempo completa, porque a lo largo de sus tres años como vicario tenía que dedicar gran tiempo a su madre (fallecida hace cinco meses) por razón de enfermedad. Juan Gómez no ha recibido ninguna queja o llamadas de alarma de los feligreses de su parroquia por la detención del sacerdote.

Otras tareas

Otra tarea que tenía encomendada el párroco detenido, cuando ejercía como vicario en Cáceres, era oficiar funerales en el tanatorio San Pedro de Alcántara, que está adscrito a esta parroquia.

Igualmente fue durante un tiempo, varios meses en 2014, capellán de la residencia de mayores Ciudad Jardín, aunque la dirección de este centro presentó una queja ante el Obispado por sus continuas ausencias y no atender debidamente sus obligaciones con la residencia, en la que tenía que oficiar una misa a la semana.

Durante el año y medio al frente de la parroquia de Arroyomolinos, J.C.M.T. ha despertado las simpatías de los feligreses, entre quienes no se comprende lo sucedido. «Aquí estaba muy bien visto y en este año y medio mejor no ha podido ser», indicó a este periódico un vecino de la localidad.

Otro residente en la localidad cacereña alaba su labor pastoral y que haya conseguido que mucha gente «se haya vuelto a vincular con las actividades de la iglesia». «Todo el pueblo está sorprendido, parece mentira», afirma este vecino, quien insiste en que nadie tenía la más mínima duda sobre el párroco.

Ha sido apartado

Ante el escándalo que ha provocado en el Arroyomolinos la detención de su párroco por presuntos abusos a menores, el Obispado de Coria-Cáceres ha decidido apartarlo de su ministerio, y ha ofrecido su total colaboración a la justicia. Además, ha anunciado que nombrará en breve un sacerdote que desempeñará el cargo de administrador parroquial, aunque mientras tanto se ocupará de la parroquia un vicario de forma provisional.

El sacerdote, que se encuentra en las dependencias policiales de Cáceres desde el viernes por la tarde, tiene unos 45 años, y es natural de Ceclavín (Cáceres).

Con un claro propósito de transparencia en este caso, el sábado por la mañana compareció ante los medios el portavoz del Obispado, Jesús Moreno, quien aseguró que aún no se las notificado oficialmente cuáles son los delitos por los que el sacerdote fue detenido el viernes, y reconoció que la detención ha sido una gran sorpresa para todos.

El Obispado de Coria-Cáceres ya se había reconocido antes "consternado" tras las noticias de la detención ayer del sacerdote. "Aunque el sacerdote acusado goza de la presunción de inocencia, hasta prueba contraria, pensando en el bien del Pueblo de Dios, y por la resonancia social que el hecho ya está teniendo, y para salvaguardar todos los derechos, este obispado ha procedido a limitar de forma cautelar el ejercicio de su ministerio, apartándolo del mismo, hasta la conclusión del proceso judicial", señala en su segundo texto.

Fuentes de la investigación aseguran que los hechos por los que está siendo investigado ocurrieron presuntamente en Cáceres, y podrían constituir un delito de presunta corrupción de menores, aunque aún continúan las pesquisas policiales.

El Obispado ha pedido "prudencia sobre las ideas y rumores que pueden circular acerca de las causas de su detención".

Se trata del segundo caso de esta naturaleza en poco más de un año en Extremadura, después de que en enero de 2015 el Juzgado de Instrucción número 1 de Don Benito abriera diligencias contra el cura de la localidad pacense de Mengabril por un supuesto caso de abusos sexuales a un niño.