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Palacios para todos los públicos

Los dos únicos inmuebles que tienen establecido un régimen de visitas son el de Carvajal, de la Diputación, y la Casa de los Becerra, de la Mercedes Calles

GEMA MASA

Domingo, 19 de julio 2015, 09:37

Un total de veintiséis palacios y casas nobles embellecen la zona intramuros del casco antiguo cacereño. A pesar de que muchas de estas propiedades son privadas, los amantes de la historia y la arquitectura pueden hacer un amplio recorrido por los diversos edificios del conjunto monumental. Solo hay una contrariedad: aunque el acceso a su interior es posible en la mayoría de los casos, son muy pocos los que se pueden ver al completo.

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Esto ocurría hasta hace poco con el Palacio de los Golfines de Abajo, pero esta semana se ha anunciado su próxima apertura, en el mes de septiembre. Al igual que él, son dos los palacios en los que el público puede visitar todas y cada una de sus estancias: el Palacio de Carvajal, ubicado junto a la Plaza de Santa María, sede del Patronato de Turismo de la Diputación Provincial; y el Palacio de los Becerra, situado en la Plaza de San Jorge, propiedad de la Fundación Mercedes Calles-Carlos Ballestero.

El primero de ellos es una construcción gótica fundada por Pedro de Carvajal a finales del siglo XV y principios del XVI. Durante todos los días que está abierto se puede acceder gratuitamente tanto a la entrada como al patio rectangular con arquerías sobre columnas, donde se ubica el Centro de Interpretación de la provincia. También se puede conocer su jardín renacentista, un espacio abierto donde destaca una higuera.

Además, todos los jueves un guía turístico del palacio muestra las salas de la planta superior y la torre desde donde, tras subir los 66 escalones que llevan hasta la parte más alta, se puede contemplar la Iglesia de Santa María y de Santiago, la plaza de San Jorge, Los Golfines de Arriba y de Abajo o la Torre de Sande.

El segundo de los recintos abiertos al completo al público es el Palacio de los Becerra, que data del siglo XV y principios del XVI. En su fachada destaca una puerta en arco de medio punto sobre la que lucen dos blasones idénticos, relativos a las familias Becerra, Paredes, Orellana y Ribera. Consta de tres plantas y una superficie cercana a los 1.000 metros cuadrados, todo visitable con entrada gratuita. La planta baja se destina a exposición permanente de colecciones, muebles, pinturas, cristales y antigüedades de Doña Mercedes Calles. Las dos plantas superiores tienen un uso polivalente como salas de exposiciones, conferencias o reuniones, entre otros.

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Normalmente la estructura de todos estos palacios se repite. Tras pasar el pórtico de entrada encontramos un zaguán que nos dirige a un patio interior, que sirve de distribuidor de las habitaciones de la planta baja (donde en ocasiones también se encuentra un jardín), y en uno de los laterales una escalera de arranque abre paso hasta la planta superior.

Del resto de los palacios más desconocidos a los que hacíamos mención anteriormente, las estancias accesibles habitualmente son el zaguán o entrada y el patio interior. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con el antiguo Palacio de Torreorgaz, lo que es ahora el Parador. Dejando un lado a los turistas que allí se alojen, el resto de individuos solo pueden entrar en el patio interior y en una de las habitaciones, cafetería actual del hotel. Lo mismo ocurre con Torre de Sande.

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Otros de los edificios que muestra alguna de sus salas es el Palacio de Hernando de Obando, que en ocasiones tiene abierto el patio; el Palacio Episcopal, donde se puede ver el zaguán y el patio; o el Palacio de los Toledo Moctezuma, archivo histórico en el que se permite acceder al patio central. Del palacio de Las Veletas se puede visitar toda la zona baja del museo y del Aljibe, sin permitirse el paso a la planta superior.

Por otra parte, hay una serie de construcciones a las que solo puede accederse en determinadas ocasiones, cuando en ellas esté programado alguna actividad. Así encontramos en la plaza de San Mateo el Palacio de las Cigüeñas, abierto cuando en su interior se exhibe alguna exposición; el Palacio de la Diputación Provincial, al que tienen acceso medios de comunicación, altos cargos y todo aquel que vaya a realizar alguna gestión burocrática; y el Palacio de Mayoralgo, únicamente abierto para personal de Liberbank, banco en el que se incluyó Caja Extremadura.

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La apertura de este tipo de construcciones como museo es uno de los objetivos del Consorcio por lo que puede que cacereños y turistas puedan disfrutar en un futuro de los interiores de un mayor número de estos espacios. Por el momento, todo apunta a que el Palacio de las Cigüeñas será el próximo en abrir sus puertas como museo.

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