Los senderistas ya caminan desde Badajoz hacia Bótoa
Grupos de caminantes se acercan, desde primera hora de la mañana, hasta la ermita
Cerrando la marcha iban Raúl, Mari Ángeles y la pequeña Enma. Ella es la benjamina del grupo, tiene dos años y medio y va a ... hombros de su padre. Los tres son miembros del club de senderismo de Valdebótoa, que a las nueve y media de la mañana de inició la ruta desde la puerta de Palmas hasta la ermita de Bótoa.
Publicidad
Cerca de 60 personas se congregaron para recorrer juntos los 17 kilómetros que separan Badajoz del templo. Solo eran una pequeña parte de los muchas caminantes que se acercaron a ver a la Virgen en la previa de la romería. «A las ocho de la mañana ya había gente llegando a la ermita», afirmaba Miguel Sánchez, presidente del club de Valdebótoa, minutos antes de comenzar el recorrido.
El goteo de caminantes fue una constante en el camino. Grupos de varios tamaños y senderistas que lo hicieron en solitario. Incluso hubo quien compaginó tramos corriendo y otros andando o los que hicieron el trayecto en bicicleta. Desde luego, el buen tiempo acompañó.
Noticia Relacionada
Bótoa recupera su romería con sol y muchos devotos
Los integrantes del club de Valdebótoa avanzaron a buen ritmo, pero sin prisa por llegar. Fueron charlando e hicieron varias paradas. «El avituallamiento», reían. Les sirvieron para reagruparse y para reponer fuerzas. «Llevamos embutido y la bota de vino nunca falta», reconocía María Eugenia Cantero justo antes de hacer el primera descanso.
Publicidad
Eran cerca de las diez y media de la mañana y el termómetro ya marcaba más de 20 grados. Para aliviar el calor, la mayor parte del grupo optó, tras dejar atrás el molino de los Moscoso, por girar a la derecha y seguir por el camino que discurre pegado al Guadiana. «Es más fresco y tiene más sombra», explicaba Miguel. Sin embargo, también tiene más piedras y es algo incómodo.
«Es una ruta sencilla, no hay subidas ni bajadas y se tardan unas tres horas y media»
Joaquina Frontera
«A las ocho de la mañana ya había senderistas llegando a la ermita»
Miguel Sánchez
«Me gusta mucho el senderismo, pero esta ruta también la hago por devoción a la virgen»
María Eugenia Cantero
Raúl, Mari Ángeles y Enma se decantaron por separarse del río, pero volvieron a unirse con el grupo poco antes de llegar a La Cantina de Gévora. Su paso es algo más lento. «Hacemos una ruta al mes, más o menos, casi la mitad de las que hace el club y siempre con la niña», comentaba Mari Ángeles López. «Va pesando cada vez más», sonreía Raúl Silva, que agradece los recorridos más llanos. A su espalda, y protegida del sol, Enma solo se reía.
Publicidad
Recorrido sencillo
En cualquiera de sus vertientes, porque también se puede ir por un tramos asfaltado pegado a la carretera que sale en dirección a Cáceres o por la ruta verde que discurre junto a la vía del tren, se trata de una ruta sencilla. «Es una muy buena opción para los principiantes», informaba Miguel, pero al mismo tiempo advertía que es necesario llevar ropa y calzado cómodo y no puede faltar el agua y algo de comer. «No hay subidas y bajadas y se tardan unas tres horas y media», aportaba Joaquina Frontera, que empezó a caminar hace doce años y no se pierde ninguna de las salidas del club. «La semana que viene iremos a hacer el Camino de Hierro (una ruta en La Fregeneda, en la provincia de Salamanca)», añadía esta vecina de Valdebótoa.
Gracias al senderismo, los miembros del club han estado en muchos puntos de España. «Yo conozco toda Extremadura así», decía Juana. Cuando citan rutas que han hecho les cuesta parar: el Caminito del Rey, en Málaga; Los Doce Apóstoles, en Salvaleón; la del río Cares, en Asturias; Las Nogaledas, en Navaconcejo. «Vamos a los sitios, visitamos los pueblos, como hace poco que estuvimos en Romangordo, y hacemos la ruta», detallaba Miguel.
Publicidad
En esta ocasión, la salida es especial. «Me gusta el senderismo, pero también lo hago por devoción», apuntaba María Eugenia, que mañana estará junto a su familia en la zona de la ermita para pasar el día de la romería de la Virgen de Bótoa.
El club de Valdebótoa no fue el único que organizó un recorrido hasta la ermita. El Club del Caminante lo ha hecho por la tarde. A las cuatro se citaron en la puerta de Palmas.
Tampoco faltó la tradicional ofrenda floral a la Virgen de Bótoa de Amigos de Badajoz. A las cinco han puesto el ramo a frente a la copatrona de la ciudad. Sin embargo, no hicieron el recorrido a pie. «El año que viene intentaremos recuperar la tradición», aseguraba Manuel Cienfuegos.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión