El aeropuerto de Badajoz, una ola de calor sin aire acondicionado: «es agobiante»
Los termómetros del interior se dispararon en los peores días del verano hasta que ayer consiguieron restablecer la climatización
Miriam Rubias
Lunes, 18 de agosto 2025, 07:44
37 grados marcaba uno de los termómetros dentro del Aeropuerto de Badajoz la tarde del pasado martes. Junto con la maleta, los abanicos y las ... botellas de agua acompañaban a los pasajeros que esperaban su vuelo con destino a Madrid. Otros recibían a los familiares que llegaban con una calurosa bienvenida, literal.
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El aire acondicionado de la terminal no ha funcionado en plena ola de calor y el interior se ha convertido en una sauna, al menos hasta este domingo, cuando desde la cafetería indicaron que habían empezado a arreglar el aire acondicionado. Hasta entonces, algunos viajeros se han llevado la sorpresa, pero los más habituales ya habían vivido este fallo del sistema de climatización en época de altas temperaturas.
Durante la semana pasada en la entrada del aeropuerto, el mercurio marcaba 30 grados a las seis y media de la tarde del martes, cuando la Agencia Estatal de Meteorología había activado desde las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche la primera alerta roja por calor del verano en Extremadura. Diez minutos antes del aviso, el termómetro marcaba en Badajoz 45,5 grados.
La cafetería, el lugar más fresco
Una familia estaba sentada en las sillas de la cafetería, encima de la mesa botellas de agua y refrescos para combatir el calor. Viajaban a Atenas y llevaban veinte minutos esperando para coger el avión a Madrid. Alejandro Núñez había estado otras veces en el aeródromo pero no en esta época veraniega, por lo que cuando entró este martes se sorprendió al notar que la temperatura era similar a la del exterior. «Ya me he bebido una botella y tengo otra esperando», comentaba entre risas. Por otro lado, Belén Vizcaíno mencionaba que el calor y la falta de aire acondicionado ya era el tema de conversación entre los usuarios dentro del establecimiento. «Hemos escuchado que llevan tres años así».
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Cerca de la barra de la cafetería, Ketty Rodríguez se tomaba su café con hielo mientras se abanicaba. Esperaba a su hija, que vive en Canarias y aún quedaba al menos media hora para que llegara el avión. El mes pasado vino a coger un vuelo a Barcelona y en la sala de embarque había casi 29 grados. «El sol que daba en la luna hacía efecto invernadero y aunque había tres ventiladores no hacían nada, cuando se juntan varias personas la sensación es agobiante».
«La sala de embarque es un horno auténtico»
Empleados del Aeropuerto de Badajoz
Otra usuaria fuera de la cafetería también esperaba a su hija, que venía de Tenerife. A su lado un termómetro marcaba 37 grados. «Esto es horrible, yo no sabía nada cuando he llegado», comentaba mientras se abanicaba enérgicamente. Raquel viene de Valencia de Alcántara y suele ir al aeropuerto a recoger a su hija cada vez que viene unos días.
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51 grados en la planta superior
Algunos empleados de las instalaciones comentaban a HOY que el problema de climatización no es nuevo, y ahora el embarque se iba a quedar sin aire toda la semana. «Eso es un horno auténtico, una compañera me escribió diciendo: ¡me va a dar algo!». Cuando entran por la mañana lo primero que hacen es mirar el termómetro, 29 grados marcaba ya al empezar su jornada laboral. Pero en otras zonas es aún peor, varios trabajadores del Aeropuerto se enseñaban unos a otros una foto en el móvil que mostraba el termómetro de la planta superior: 51 grados.
«Lo siento por los trabajadores, nosotros aquí estamos de paso»
Paco Vadillo
Pasajero
«El fresquito lo he dejado en el coche», comentaba Paco Vadillo mientras se paseaba por el interior del aeropuerto cargado de su maleta, un abanico y una botella de agua buscando un lugar para sentarse. Cuando entró se dio cuenta del calor que hacía y se asomó a ver el termómetro. Hacía tiempo que no cogía un avión en el Aeropuerto de Badajoz, venía de Mérida y se arrepentía de haber llegado tan temprano. «Me sorprende que lleve varias temporadas sin aire un sitio como este, es una pena, pero lo siento por los trabajadores, nosotros aquí estamos de paso, pero ellos son los que lo sufren».
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«En Extremadura estamos abandonados de la mano de Dios para el transporte, es un sentir generalizado y una indignación suprema», comentaba una usuaria que esperaba, como tantos otros, en la cafetería. Al lado un abanico y una botella de agua.
Aena informó a HOY la semana pasada que el aeropuerto estaba trabajando para solucionar la avería en el sistema de refrigeración «lo antes posible» y pide disculpas a pasajeros, trabajadores y usuarios. Según indicaron ayer desde la cafetería, esa reparación empezó ayer domingo a dar los primeros resultados.
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