Las tropas rinden honores a los pacenses muertos en 1812

Los 200 recreadores llegados de distintos países y de diferentes puntos de España han culminado allí la interpretación de un capítulo de la historia de la ciudad, cuando los ingleses asaltaron la Alcazaba y acabaron con los alemanes que protegían la fortificación en alianza con los franceses.

Las representaciones comenzaron este sábado con un desfile por el Casco Antiguo por la mañana y la reproducción de la batalla en los escenarios que tuvo lugar, desde la ladera por la que entraron hasta el interior de la Alcazaba.

Este domingo tuvo lugar un último pasaje, cuando los alemanes abandonaron el recinto almohade por la Puerta del Capitel y se encontraron entre dos fuegos. El de los ingleses pisándoles los talones para vencerles definitivamente y el de los franceses. Estos últimos, al verles abandonar la Alcazaba, pensaron que eran los ingleses y les dispararon. Así terminaron su vida los pocos alemanes que habían sobrevivido durante las horas de asedio al monumento.

Los pacenses arroparon este domingo la escenificación de los alemanes que intentaron una «última defensa desesperada» y la victoria de los ingleses.

Las Casas Consistoriales fueron en su día testigo de la derrota y este domingo volvieron a abrir sus puertas. Allí se refugiaron los pacenses que ayudaban a los franceses hasta que los últimos se rindieron. Desde sus ventanas han disparado los partidarios de Napoleón, donde algunos quedaron abatidos hasta que terminó la representación.

A sus puertas, los soldados ingleses ajusticiaron su victoria con los fusilamientos y allí, también, se ha visto a los ingleses coger bandejas metálicas en una representación del asalto que siguió a su victoria. Del 7 al 10 de abril, los soldados saciaron la sed de guerra con los pacenses. Entraron en iglesias y conventos, de donde se llevaron los cálices y todas las piezas de oro que pudieron, y entraron en las viviendas. A los robos siguieron violaciones y tropelías que dejaron un reguero de horror.

En recuerdo de todas esas víctimas, la asociación Recreadores Baluarte, que organiza las jornadas con la ayuda de la Fundación CB y el Ayuntamiento de Badajoz, ha leído sus nombres, así como las calles donde les encontraron.

Por un altavoz recordaron que Badajoz «quedó arrasada» y apuntaron que un tiempo después se recuperaron algunas piezas robadas, incluso que parte de los soldados se enfrentaron a los compañeros que sembraron el terror en la ciudad. Wellington mandó después a ahorcar a algunos de los responsables.

Hubo solemnidad en el recuerdo, con todos los recreadores en formación y con la música de la Banda Municipal. Participaron en el homenaje interpretando un extracto de los himnos nacionales de Francia, Inglaterra, Portugal y España.

Hasta allí se han acercado decenas de pacenses y otros vecinos de localidades cercanas, como Enrique, que acudió desde Olivenza para disfrutar del día. Reconoce que le gusta la Historia y que es necesario «alimentarnos culturalmente» con el pasado de la ciudad.

El último sobresalto del día fue la salva de honor, con todos los participantes disparando con el arma hacia el cielo. Este domingo no habrá más tiros. Los recreadores han guardado ya la pólvora. Hasta el año que viene.