El traslado vacía los juzgados de Colón, Zurbarán y la Urbanización Guadiana en Badajoz

Al otro lado de la avenida estaba el Palacio de Justicia y justo al lado, el antiguo edificio de los sindicatos. «Entonces servíamos tres y cuatro kilos de café diarios y a la hora de las cañas había tres y cuatro filas de clientes al otro lado de la barra», recuerda Ernesto Alegría.

La muerte de Alejandro, su padre, dejó un hueco en el negocio. Pero la familia Alegría siguió adelante con un negocio que vive estos días un momento difícil. «Para nosotros los juzgados suponen el 35% del negocio, es una pena que se marchen a la Ronda Norte, eso no va a ser bueno para el centro», reflexiona Ernesto.

En Los Alféreces no es la primera vez que se enfrentan a una situación así. Algo parecido ocurrió cuando se marchó el Inem del antiguo edificio de los sindicatos. «Igual se fueron 600 personas, aquello también nos afectó. Después ha seguido habiendo movimiento, pero no como antiguamente».

Por fortuna para ese negocio, el cierre de los juzgados no es total y en Colón permanecerán las dos secciones de la Audiencia Provincial de Badajoz. En total, entre 30 y 40 funcionarios. También mantendrá algunas dependencias la Fiscalía de Badajoz para que los fiscales tengan su espacio los días que asistan a juicio.

Pero la plantilla judicial será muy inferior a la que ha mantenido el Palacio de Justicia hasta inicios de esta semana. La cifra exacta no se conoce pero ha podido estar en el entorno de los 200 trabajadores, un número que se incrementa si se tiene en cuenta a los abogados, procuradores y ciudadanos que cada día pasaban por Colón para asistir a los juicios.

«Es una pena grande que se lleven los juzgados de aquí porque hay momentos del día que por aquí no tienes a nadie. Ahora empezamos a servir cafés a las 7 de la mañana y entre las 10.00 y las 12.00 tenemos mucho público. Lo vamos a notar», confirma Ernesto.

El restaurante Los Alféreces será uno de los damnificados, pero no el único. También la cafetería-restaurante Dosca II, frente a la Comandancia de la Guardia Civil, o la cafetería Durán Cacho, otro de los establecimientos especializados en desayunos.

«Estos días son de mucha pena porque ha venido a despedirse gente que pasa por aquí a diario desde hace muchos años. Se les toma afecto, en un restaurante conoces al cliente, conoces a su familia, hablas de lo que le preocupa y terminas considerándolos casi de tu familia. Nuestros clientes son gente de bien, se les va a echar mucho en falta».

Pero el traslado no sólo vaciará las cafeterías. También restará clientes a la farmacia de la plaza de Santo Domingo, a las fruterías más próximas, al supermercado del paseo de San Francisco. También a los colegios, donde estudian muchos hijos de jueces, fiscales, letrados...

El edificio de la avenida de Colón será el más afectado por el traslado. Perderá los dos juzgados penales, 4 juzgados de instrucción y 6 de primera instancia, además del Juzgado de Menores, el de Violencia sobre la Mujer y el de Vigilancia Penitenciaria. En total, quince órganos judiciales en los que trabajan alrededor de 150 funcionarios. A ellos se une la Fiscalía de Badajoz, con casi 20 personas.

También sale de Colón el servicio de limpieza y mantenimiento, el servicio informático, la oficina donde se solicita el abogado de oficio...

Pero no sólo se vaciará de contenido el edificio de la avenida de Colón. En la calle Castillo Puebla de Alcocer (Urbanización Guadiana) cerrará sus puertas el edificio en que funcionaban los juzgados Contencioso-Administrativo 1 y 2, el Mercantil 1, el Juzgado de Primera Instancia número 7 y el Social 4. En total, 40 personas que ahora se trasladan a la Ronda Norte.

Y algo similar ocurrirá en la calle Zurbarán, donde han venido funcionando los juzgados de los Social 1, 2, 3 y 5, con otros 40 trabajadores.