Badajoz
La suciedad en los imbornales anega calles en las MorerasLos vecinos limpian las alcantarillas, que según dicen no tienen ningún tipo de mantenimiento
Los truenos y relámpagos que el pasado viernes por la tarde cubrieron el cielo de Badajoz alertaron a Yolanda González del agua que pasadas las ... ocho de la tarde comenzó a caer del cielo. Unas lluvias que suponen una amenaza para su madre, Isabel Berrocal, y sus vecinos, que vieron cómo sus casas se inundaron con las lluvias que en octubre del año pasado anegaron esta parte de la ciudad.
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A modo de lanza, Yolanda guarda en casa de su madre un cilindro de hierro con el que pretende proteger la vivienda de nuevas inundaciones. Una herramienta que se utilizó el viernes con ayuda de su hermana y algunos vecinos para zafar la rejilla del imbornal que hay frente a la casa de su progenitora, ubicada en la calle Padre Fermín Barba, en el barrio pacense de las Moreras.
«Tengo este hierro desde el año pasado, llovió muy fuerte en octubre y se inundó la casa de mi madre y de otros vecinos. Vivimos con miedo porque cada vez que llueve esto se inunda y este palo es lo único que tenemos para evitar que el agua anegue todo», explica esta vecina, que el viernes por la tarde abrió las alcantarillas para que el agua de la lluvia que se estaba acumulando en la calle no entrase en la casa de su madre, Isabel Berrocal.
Algo más de 30 metros ocupaba la balsa de agua que el viernes por la tarde se formó en esta calle debido a la suciedad acumulada en los imbornales.
«A los diez minutos de empezar a llover, el agua empezó a subir a la acera y tuve que ir con mi hermana para retirar la reja de la alcantarilla porque no tienen ningún mantenimiento», cuenta Milagros, que ayer tuvo que llamar a una empresa de desatascos porque la lluvia inundó el patio de la casa de Isabel.
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Fernando Parra fue otro de los vecinos que el año pasado perdió muchos de los muebles de su casa por culpa de las lluvias. «Vivimos con miedo. Es empezar a llover y llenarse de agua la calle, todo se inunda porque los colectores no son suficiente y las alcantarillas están taponadas. Lo saben pero no lo solucionan», subraya indignado este vecino.
Según los vecinos el problema se debe al colector, que en los últimos años recoge agua de otras zonas de la ciudad. «Esto antes no pasaba, no nos inundamos porque estemos cerca del río. Tienen que cambiarnos el colector y, después hacer un mantenimiento de las alcantarillas porque aquí no viene nadie desde el año pasado», apunta Francisco Guerrero, que vive en el barrio desde hace 40 años, y que dice sentirse abandonado por un Ayuntamiento que no actúa ante sus peticiones.
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