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Pasión y fe en Santo Domingo y San Andrés
El conjunto escultórico del Descendimiento vuelve a las calles de Badajoz en una jornada de Miércoles Santo en la que lucieron los cuatro pasos de la hermandad de Santo Domingo
Miércoles Santo completo. Nubes, pocas e inofensivas, y dos cofradías orgullosas de mostrar su patrimonio en la calle. Las 20.30 era la hora marcada y fue en ese instante cuando asomaron las cruces de guía: una en Santo Domingo y la otra en San Andrés.
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El público se repartió. Era mucho el atractivo en San Andrés, con un Cristo del Descendimiento que desde que en 1944 fuese tallado por el imaginero Antonio Castillo Lastrucci, representa con maestría el momento en el que San Juan y José de Arimatea bajan de la cruz a un Jesús inerte al que mira con una expresión de infinita pena María Santísima de la Piedad.
Ese paso quiso recordar de forma especial a los afectados por el volcán de La Palma. Mercedes González, la encargada de colocar el exorno floral, utilizó por este motivo unos plátanos pequeñitos y también unas orquídeas de color fuego que recordaban a la lava volcánica. También se tuvo presente a los damnificados por la guerra de Ucrania.
Emotivo fue este miércoles la interpretación de Juan Ledesma, el tenor y Policía Nacional nacido en Badajoz que cantó a Nuestra Señora de la Esperanza en el momento de su salida. También lo fue el trotar elegante del escuadrón a caballo de la Policía Nacional que abría el desfile en la subida a la Catedral.
En la puerta de Santo Domingo se vivieron momentos emocionantes durante la salida de los cuatro pasos. Todos iban espectacularmente llevados por las cuatro cuadrillas de costaleros y costaleras, que a pesar de ir justas de relevos salieron del templo con el convencimiento de poder completar un recorrido lleno de dificultad y también de satisfacción.
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