Jesús Ortega y Juan Carlos Guajardo en el solar donde se está levantando el edificio. CASIMIRO MORENO

Jesús Ortega Bailaor

«Queremos tomar las uvas de 2025 en el Centro Internacional de Flamenco»

La calle Moreno Zancudo albergará este centro de mil metros y tres plantas, que tendrá así un gran tablao en la región

Domingo, 5 de enero 2025

Terminó 2024 sin que uno de los proyectos que se iban a poner en marcha ese año en Badajoz se haya hecho realidad. El Centro ... Internacional de Flamenco que el bailaor pacense Jesús Ortega impulsará junto a la Plaza Alta aún está en obras. Unos trabajos que comenzaron el pasado año y que la dificultad del terreno ha retrasado, por lo que a falta de los cimientos todo está por construir.

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–En la calle Moreno Zancudo aún no se aprecian grandes avances del Centro Internacional de Flamenco, ¿cuál es su estado?

–El año pasado hicimos una demolición y tuvimos que parar porque encontramos una roca que estaba en el lugar donde está proyectado el ascensor y tuvimos que modificar el proyecto. Todo eso son retrasos. Pero ya está solucionado y tenemos ya la cimentación. La estructura metálica se ha empezado a levantar, con lo cual entendemos que en un mes estará la estructura terminada.

–¿Qué vendrá después de la estructura?

–Pues embellecer. Este proyecto tenía que haber visto la luz antes. Son mil metros de instalaciones con tres plantas: baja, primera segunda y un ático. Será por tanto un centro multifuncional con una sala principal en la planta baja que más allá de la docencia será el tablao por excelencia de Extremadura.

–No existen tablaos en la región, tan solo el que tienen en la avenida de Elvas...

–Ese es el germen del que construiremos aquí, por eso es un proyecto ilusionante y ambicioso que devuelve el flamenco a la plaza Alta y que le dará al turista la opción de disfrutar de otro patrimonio más allá del arqueológico, que es el del flamenco. La idea es que en el tablao tengamos espacio para unas 140 personas.

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«Vamos a mostrar toda la discografía y el vestuario de Porrina, la gente podrá venir a verlo»

–Hablaba también de centro multifuncional. ¿Qué habrá más allá del tablao?

–Tendremos salas para formación, una residencia artística para que la utilicen aquellas compañías que necesiten espacio para montar su espectáculo, tendremos aulas de docencia y un ático donde se podrán hacer fiestas y espectáculos.

–Con estos problemas resueltos, ¿ya una fecha de apertura?

–El proyecto era de 15 meses y comenzó en abril del año pasado, paró por las rocas que había en el suelo. Ahora que está todo en marcha de nuevo queremos tomarnos las uvas de 2025 en la terraza del Centro Internacional de Flamenco.

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–Aunque el edificio sea nuevo, hace diez años que da clases en Badajoz. ¿Por qué decide llevarlo a la Plaza Alta?

–Este proyecto podía haberlo hecho en cualquier otra ciudad del mundo, pero tengo una deuda emocional con mi ciudad, ya que siempre quise volver a transmitir lo que no tuve de niño. Me fui por el flamenco y volvería a hacerlo, pero hay mucha gente que no puede. La plaza Alta tiene un encanto que no lo hay en otros puntos de la ciudad. Aunque es cierto que construir en el Casco Antiguo tiene muchas dificultades.

–¿Será este edificio un templo del flamenco?

–No solo lo vamos a utilizar para dar clases de flamenco. Tenemos casi 200 alumnos y habrá más profesores que darán formación de guitarra, cante o percusión. También de otras disciplinas. Y aunque no me guste llamarlo museo, sí vamos a tener un espacio dedicado a Porrina.

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–¿Qué habrá de Porrina en vuestro centro?

–Todo. Vamos a mostrar toda su discografía y vestuarios. Nos lo ha cedido Paco Zambrano, que es quién tiene toda la discografía, cartelería, vida y obra de uno de los artistas del flamenco referentes en la cuidad. Y la gente podrá venir a verlo del mismo modo que van a ver el museo del Carnaval, que me encanta, pero no debemos olvidar que el flamenco también es nuestro patrimonio.

–El centro es privado ¿Cómo se gestionarán espectáculos y museo?

–Como todos los negocios privados tenemos que cobrar una entrada para ello. El tablao que tenemos ahora suele depender del artista, pero la entrada ronda los 20 euros. Aún así, confío en que nos sentaremos con las instituciones para ver cómo podemos colaborar juntos para esta región, de manera que podamos facilitar la entrada a los turistas. Ya que la aporatación que nosotros hacemos a la cuidad nace de iniciativas privadas.

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–Su escuela ha cumplido diez años en el 2024 que acabamos de dejar atrás.

–Sí, y el balance es positivo, Han sido diez años de mucho esfuerzo y sacrificio pero que me han dado mucha felicidad. Hemos hecho una formación con una metodología que ha funcionado y hemos sacado bailaoras a nivel profesional de nuestro centro y eso es lo más grande para una persona como yo que se dedica a la docencia.

«La Plaza Alta dará la opción de disfrutar un patrimonio más allá del arqueológico: el cultural»

–Docente, bailaor coreógrafo y ahora empresario

–Todas estas facetas son importantes para mí. La docencia me encanta porque me gusta transmitir, pero es importante para mí estar activo porque me permite transmitirlo a mis alumnos.

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–¿Cómo consigue enseñar un arte en el que el sentir es lo más importante?

–La clave está en la pasión. Si tu tienes pasión por tu trabajo y la transmites, eso se nota. Tú puedes enseñar una técnica, pero si no vas más allá el alumno se queda en técnica. Por eso yo bailo en mi clase y lo hago como si lo hiciera en el teatro más grande del mundo para que el alumno capte la esencia.

–Ha estado en muchos teatros por todo el mundo, ¿habrá un reflejo de ellos en el centro de Moreno Zancudo?

–Tendremos la cartelería de los espectáculos que hemos montado, pero será un lugar abierto a las artes en general. Y ojalá en unos años la ciudad esté llena de turistas que vienen a ver flamenco porque Badajoz es una ciudad muy flamenca en la que el flamenco está muy vivo.

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