Prisión para cuatro hombres por traficar desde un búnker de la UVA

La operación que permitió desarticular ese punto de venta fue realizada el 31 de marzo de 2022. Eran las 10.05 de la mañana cuando los funcionarios penetraron en una vivienda de la calle Guadiana que contaba con unas medidas de seguridad inusuales. De hecho, tenía un sistema de videovigilancia exterior e interior conectado con unas pantallas de televisión situadas en una habitación que había sido convertida en un auténtico búnker.

Esa habitación tenía una puerta blindada y un pequeño ventanuco abierto en la pared que conectaba con una habitación contigua. A través de ese hueco los narcotraficantes facilitaban la droga a los compradores, que la consumían en una habitación habilitada como fumadero.

Cuando la Policía Nacional entró en el búnker encontró en su interior a Luis M.R.S. y Carlos A.C.P. Ambos intentaron que no entrara la policía y aprovecharon esos instantes para arrojar al interior de un bidón con ácido tres básculas digitales de precisión y varias bolsitas que contenían 33 gramos de cocaína y 28,03 gramos de heroína, un alijo que fue valorado en 3.832,27 euros, cantidad que habría ascendido a 7.126 euros si se hubiese vendido por dosis.

Su intención era hacer desaparecer la droga. De hecho, se produjo una fuerte humareda que desprendía vapor sulfuroso, pero la rápida intervención de los policías permitió recuperar la droga antes de que se disolviera.

En ese momento comprobaron que dentro del búnker había varias pantallas conectadas al sistema de videovigilancia, además de tres botes de amoniaco, un rollo de papel de aluminio y bolsitas de plástico. En el salón de la casa había 603,40 euros y en otra de las habitaciones, habilitada como fumadero, se encontraba Carlos M.H., de quien la Fiscalía apunta que era él quien realizaba funciones de avisador y controlaba la entrada y salida de consumidores a la casa.

El cuarto procesado era Jairo B.S., de quien se consideró que colaboraba en esta actividad.

Los hechos fueron juzgados por la Audiencia Provincial de badajoz, que impone a Jairo B.S. una pena de cuatro años y medio de prisión, además del pago de una multa de 7.664 euros por un delito contra la salud pública.

Igualmente es condenado por el mismo delito a tres años y seis meses de prisión y multa de 3.832 euros Carlos M.H., en quien concurre la circunstancia atenuante de drogadicción.

Y esa misma pena se impone a Carlos Antonio C.P., que también ve rebajada la condena respeto al primer condenado por existir la atenuante de drogadicción.

El fallo condena por último a Luis Miguel R. S. como autor penalmente responsable, en concepto de cooperador necesario, de un delito contra la salud pública por tráfico de estupefacientes. En este caso le impone cuatro años de prisión y multa de 7.664 euros.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Tras conocer el fallo, es previsible que los abogados de las defensas recurran la sentencia, tal y como ha anunciado que hará el letrado pacense José Duarte.