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El oficial, a la derecha, junto a los tres compañeros que han reconocido que se excedieron. C.MORENO

El policía acusado de entrar en un piso por la fuerza se defiende: «Estaba en juego la vida de una persona»

El oficial de la Policía Local de Badajoz acusado de entrar por la fuerza en un piso, agredir a sus ocupantes y denunciarlos falsamente dice que solo buscaban evitar un caso de maltrato

Jueves, 20 de junio 2024, 07:23

Un mismo hecho y dos versiones opuestas. Ese podría ser el resumen de la primera sesión del juicio que sienta en el banquillo a cuatro ... agentes de la Policía Local de Badajoz acusados de entrar sin autorización en un domicilio de Vadepasillas y sacar por la fuerza a un varón, conducirlo completamente desnudo al vehículo policial y mentir después en la comisaría cuando firmaron un atestado en el que aseguraban que se había resistido a la detención y había opuesto una fuerte violencia.

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Esos delitos son reconocidos por tres de los cuatro policías. Asumen que no obraron de forma adecuada y que se excedieron en el uso de la violencia. Pero culpan al oficial de haberles dado las órdenes para actuar así.

Con esa confesión evitan una condena de 20 años de cárcel y se aseguran una pena de cinco años, un castigo que esperan no tener que cumplir porque ninguno de los delitos por los que son condenados tiene una duración superior a los dos años de cárcel.

Frente a ellos, la versión del oficial. «Me daba miedo que pudiera alcanzar algún cuchillo o palo y usarlo contra nosotros o contra las personas que estaban en el piso», explicó el mando policial antes de asegurar que «de manera imprevista, instintiva y en centésimas de segundo» decidió entrar en el piso para tratar de socorrer a una joven a la que había escuchado gritar.

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En su declaración relató que los hechos sucedieron una noche calurosa de verano en un piso situado frente a la inspección de la Policía Local de Valdepasillas en el que se escuchaba ruido bien entrada la madrugada.

Asegura el agente que dos patrullas policiales hicieron una visita inicial en la que el ocupante del piso se negó a identificarse y entregarles el DNI «diciéndoles que era abogado».

Unas dos horas después fue él quien regresó con otros tres agentes tras volver a oírse ruido en los balcones, percatándose de que se escuchaban «fracturas de cristales, golpes en los muebles» y una voz de mujer que decía «déjame ya, suéltame, estáte quieto».

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«Llamamos al timbre varias veces, pero no abría nadie. De pronto se hizo el silencio absoluto y salió un joven desaliñado y sin mascarilla. Le pedí el DNI y me dijo que no me lo iba a dar», prosiguió el oficial antes de añadir que después de pedirle que se pusiera la mascarilla –era obligatoria entonces– temió que pudiese cerrar la puerta, razón por la que decidió entrar en el piso, cogerlo del torso y tirar de él . «La chica se subió literalmente encima de mí y comenzó a darme puñetazos y patadas».

Los tres policías que lo acompañaban reconocen que se excedieron, culpan al oficial y aceptan una pena de 5 años de prisión

Esa era la situación cuando «se presentan cuatro personas más» que se encontraban dentro del piso y se produce una reyerta de la que desapareció el joven que había abierto para reaparecer posteriormente», momento en el que consiguieron detenerlo y tirarlo al suelo para posteriormente cerrar la puerta. En ese instante, aclara, la chica también permanecía detenida fuera del piso.

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Asegura el inspector que no se dio cuenta de que el joven estaba desnudo hasta que la puerta se cerró. «Llamamos para que por favor nos dieran la ropa, pero lo más bonito que me dijeron es me cago en vuestros muertos», por lo que un agente le ofreció una manta térmica.

Añade que mientras dos compañeros bajaron al joven, él y otro policía se quedaron arriba con la chica hasta que la condujeron al coche policial. Con posterioridad, comprobaron que el joven tenía antecedentes por violencia de género, por lo que pensaron que esa podría ser la razón por la que habían escuchado voces pidiendo auxilio, tal y como reflejaron en la denuncia. «Los cuatro agentes pusimos en común los hechos, leímos la denuncia y la firmamos».

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Rechaza el oficial haber ordenado a los agentes que entrasen en el piso y aclara que solo iban equipados con una defensa extensible que era imposible utilizar «en la melé» que se formó. «Con un delito flagrante podemos entrar (...) porque está en juego la vida de una persona (...). Si hubiésemos solicitado una orden de entrada en el juzgado podría haber tardado horas o días». Aportó el agente un último detalle: «Iban hasta arriba de droga, la casa olía una barbaridad a marihuana».

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