La pasarela sobre el Guadiana está intransitable tras las últimas lluvias

Después de transitar por un camino por la Margen Derecha completamente descarnado, que deja a la vista la zahorra que conforma la base del mismo, quienes se acercan hasta allí estos días por la margen derecha se encuentran con un muro de hormigón de más de un metro de altura que impide el acceso a la pasarela.

Además de los daños causado en el acceso al puente, la crecida también dañó seriamente gran parte del camino que conecta el azud con la confluencia de los ríos Guadiana y Caya por la margen derecha. Este sendero ha perdido la tierra que lo asentaba y ahora la grava y los rollos de río que forman la base dificultan el paso.

La pasarela dañada forma parte de una estación de aforo, construida por la Confederación Hidrográfica del Guadiana entre 2012 y 2014. Sirve para medir con más precisión el caudal de agua, ya que el llamado Convenio de La Albufeira estableció este tipo de controles para que Portugal supiera en cada momento cuánta agua le llegaba de nuestro país a través del Guadiana. Bajo la pasarela existe un pequeño azud más un badén como una escollera hormigonada que forman un dique.

Pero, en la práctica, se ha convertido en un punto de paso obligado para deportistas que quieren estar en contacto con la naturaleza a tiro de piedra de la ciudad de Badajoz. Este puente creó una ruta que permite ir por la margen derecha desde el final del parque, cruzar el puente y volver por la margen izquierda hasta el solar donde se celebra el mercadillo de los martes, o viceversa. Es un recorrido por un camino de tierra y también por carretera que ha conquistado a muchos pacenses. Entre otras cosas porque ofrece unas vistas espectaculares del río.

Hace una década se popularizó como el 'quinto puente', aunque ahora que está en uso un nuevo puente entre la carretera de Olivenza e Ifeba, se le conoce como 'pasarela'.

En 2016, solo dos años después de su inauguración, la CHG denunció el robo de parte de sus barandillas. Un año después, el organismo colocó una cámara de seguridad para evitar más robos y actos vandálicos.

Hace cinco años, en 2018, otro temporal de lluvia hizo que el río saltara el camino que conecta la pasarela con la desembocadura del Caya y se formara una laguna. Pero no llegó a estar tan deteriorado como en estos días.