Las obras de la carretera de Sevilla se reactivan tras más de un año paradas

Tras derribar los muros de las casas construidas al filo de la carretera hace semanas, la actuación está centrada en el movimiento de tierras y en crear las canalizaciones para aguas de lluvia en distintos puntos. Se aprecia las zonas por las que se construirán los nuevos viales. Es la empresa Cacho la que está desarrollando estas primeras tareas, que darán paso a otras.

La duplicación de calzada se extenderá en tres kilómetros y medio, entre el kilómetro 1 y el 4,500. Este último punto se encuentra 200 metros más allá a la tienda de muebles Hogar 2000. A partir de este último kilómetro y hasta el 10,5 habrá vías de servicio con enlaces en las rotondas para incorporarse o salir de la carretera, pero la vía seguirá igual que ahora y no estará duplicada. Las nuevas vías de servicio serán bidireccionales.

El objetivo es organizar el tráfico que accede a la ciudad por el sur, así como estructurar la entrada y salida de las urbanizaciones que existen en estos tramos.

Para ello también van a construir siete rotondas. Al menos cuatro de ellas ya se pueden intuir a la altura de Saneba, la Hípica, pasando Desguaces Bru y en Campomanes. Una vez pasada esta urbanización, cerca del complejo Aquarel, se ubicará la sexta rotonda y la última, a la altura de la urbanización Campofrío. La cuarta será una de las más complicadas porque supondrá el final del tramo desdoblado, una vez pasada la tienda de muebles. También, la unión con la carretera convencional y con las nuevas vías auxiliares bidireccionales que se van a habilitar hasta el kilómetro 10 en ambos lados de la N-432.

Uno de los objetivos del proyecto ha sido la eliminación de accesos directos a la N-432, de manera que todos ellos pasen a realizarse a través de vías de servicio, que conectan con la calzada principal de la carretera en algunas de las siete glorietas proyectadas. De hecho, van a eliminar los accesos actuales a la vía principal y reordenarlos mediante la construcción de vías de servicio en ambas márgenes. Se puede ver también ya cómo se van señalando estos futuros carriles a ambas márgenes de la carretera.

Está previsto además construir un puente sobre el Arroyo Rivillas en los caminos de la margen derecha en el kilómetro 3,710. En ese mismo margen construirán un nuevo acerado, entre el kilómetro 0,920 y el 1,560.

Actuarán igualmente sobre otro puente, el que salva el arroyo San Gabriel en el acceso a Los Montitos, y donde sustituirán los sistemas de contención de vehículos. Ahí cambiarán las barreras metálicas actuales por pretiles de tipo urbano.

Además, se quiere prolongar el tramo urbano en esta remodelación. Así, van a urbanizar el entorno con ajardinamientos e iluminación mediante alumbrado público dando continuidad al tramo urbano. Asimismo, se mejora un tramo de la carretera para dar acceso a las zonas residenciales próximas, entre ellas la urbanización de los Montitos.

En principio, el proyecto recoge que las obras se pueden hacer en 18 meses. Pero los documentos de la licitación que regulan la adjudicación establecen 36 meses de plazo de ejecución. Si se cumple el periodo más corto, los pacenses podrán circular por el nuevo acceso a la ciudad a finales de 2026 o inicios de 2027.

El motivo por el que se detuvieron las obras pocas semanas después de comenzar en octubre de 2023 fue la aparición de hallazgos arqueológicos. Los expertos han vuelto también con el buen tiempo. En el acceso a la urbanización de Campofrío se puede ver a los arqueólogos trabajando.

El 29 de mayo llegaron los trabajadores de la empresa Anta a retomar unas tareas que estaban paradas y que con anterioridad habían sido responsabilidad de Arquetipo.

Los trabajadores tienen ahora dos meses por delante para definir los restos que han aparecido. Todo apunta a una villa rural romana, lo que equivaldría actualmente a un cortijo con dependencias de trabajo.