La nueva plaza de Santa Marta sigue esperando su quiosco
Inacabada. La remodelación de la plaza de Santa Marta terminó a finales de 2019, pero el quiosco nunca ha funcionado porque no reúne las características técnicas que figuran en el proyecto
A finales de 2019, los vecinos de Santa Marina estaban de estreno. Tras más de una década de espera, el Ayuntamiento de Badajoz culminaba ... la esperada renovación de la plaza de Santa Marta, conocida popularmente como la 'plaza del pirulo' por la llamativa fuente de azulejos azules que se erige en uno de sus extremos.
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El desarrollo de la obra nunca estuvo exento de polémica. La tala de los enormes eucaliptos que había en ese lugar ya provocó una airada reacción de quienes consideraban una barbaridad acabar con los árboles. Pero la determinación municipal hizo avanzar el proyecto y la obra llegó a su término.
Sin embargo, el fin de los trabajos no zanjó la polémica y pronto se puso de manifiesto el enorme rechazo generado por el quiosco de restauración que estaba llamado a convertirse en uno de los atractivos de la nueva plaza.
El modelo elegido por Construcciones Majoín, la empresa a la que fue encargada la obra, no fue del gusto del Ayuntamiento, que solicitó su sustitución por una estructura más parecida a lo que figuraba en el proyecto.
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Doce meses después, el presidente de la asociación de vecinos de Santa Marina, Francisco Crespo, ha explicado que el Consistorio tiene abiertas acciones judiciales para conseguir que la empresa retire el quiosco instalado y coloque uno similar al que se describe en el proyecto.
En ese documento técnico figura un quiosco de 10 metros de largo por 4 de ancho del 'Modelo Arqui o similar', un tipo de estructura que es suministrado por Larus Design, una empresa que fabrica un tipo de quiosco que nada tiene que ver con lo que se ha instalado en Badajoz, más parecido a una caseta de obra.
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Laurus Design, que no ha suministrado el quiosco instalado, ha remitido a HOY una recreación del modelo Arqui, cuyas características se corresponden con una estructura metálica metalizada y pintada con cobertura en resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio, techo falso en chapa de acero lacada, aislamiento de paredes y techos con panel sandwich de poliuretano, y vanos en carpintería de aluminio.
Esa descripción se incluye en el proyecto, donde se indica también que en el interior debe ir un fregadero industrial, termo eléctrico de 80 litros, un lavabo y un inodoro especiales para minusválidos, un lavabo y un inodoro normales y un espejo reclinable especial para personas con movilidad reducida.
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De la existencia de ese mobiliario interior nada se sabe en el barrio, puesto que el quiosco colocado nunca ha estado abierto, pero los vecinos sí llevan un año preguntándose cómo es posible que el quiosco que debía devolver la vida a la plaza se puede haber convertido en un elemento sin uso que lleva un año cerrado.
Ya a finales de 2019 trascendió el desencuentro que existía entre la dirección técnica y la empresa a la que había sido adjudicado el contrato. Desde el Ayuntamiento se aseguró que la dirección facultativa no estaba de acuerdo con las características del modelo instalado porque «no reúne las condiciones en su conjunto y por tanto el Ayuntamiento no puede recepcionar la obra».
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Casi un año después el quiosco sigue en el lugar en el que fue colocado y desde la asociación vecinal se confirma que el Ayuntamiento les ha dicho que aún no se ha hecho cargo de la obra.
En el proyecto que salió a concurso figuraban las características técnicas que debía tener el quiosco y también su coste: 33.687 euros. Esa cantidad suponía algo más del 10% del dinero destinado a la remodelación de la plaza, cuyo importe global ascendía a 329.338 euros cuando fue licitado. Francisco Crespo lamenta que el resultado definitivo no haya sido del agrado de los vecinos. «Cuando nos hemos reunido con el concejal Jesús Coslado nos ha dicho que están trabajando para solucionar el problema, pero hasta que no se resuelva el conflicto judicial no pueden hacerse cargo de la obra».
Desde la asociación se ha planteado la necesidad de cambiar el quiosco, pero las reivindicaciones no se quedan ahí. También piden respaldos para los bancos de descanso y mejoras en la accesibilidad de la plaza para facilitar su uso a las personas con movilidad reducida.
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Los vecinos también lamentan que la fuente no haya llegado a funcionar después de la remodelación. «La limpiaron, pusieron un gresite nuevo, renovaron la estructura metálica que protege los focos y los chorros... pero nunca la hemos visto funcionara», afirma María José Carrasco, de la tienda de chucherías Pirulí, que está enfrente de la fuente.
Según explica, los chavales de entre 13 y 18 años hacen uso de la nueva plaza las tardes del fin de semana, pero ella también echa de menos un quiosco que pueda atraer a familiar con niños pequeños. «Si ya estuviera funcionando se verían más familias, sobre todo por las mañanas y los días de diario».
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Lola Rubio, de la tienda de colchones 'Exposueños', coincide en que la plaza está «muerta» durante la semana. «A partir del jueves se ven muchos adolescentes, pero no se ven muchas familias con niños. Es una pena que la fuente no funcione».
Desde la asociación de vecinos se afirma que lo ideal es que el quiosco sea sustituido por el que figura en el proyecto y que con posterioridad se instale algún juego infantil más dirigido a los niños pequeños. «Los que han puesto son de escalada, más bien para mayores, pero lo que nosotros queríamos eran toboganes y columpios para niños pequeños. Creemos que los pondrán».
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HOYha contactado con el Ayuntamiento de Badajoz para saber en qué punto se encuentra el proceso judicial iniciado para que la empresa cambie el quiosco, pero el Consistorio no ha ofrecido una respuesta.
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