Las niñas que acusan a su padrastro de agresión sexual deberán testificar de nuevo
Deficiencias en la grabación de la entrevista que iba a ser utilizada como prueba harán necesario un segundo interrogatorio
La Audiencia Provincial de Badajoz ha decidido aplazar al próximo 20 de junio el juicio que este jueves sentaba en el banquillo a un ... hombre acusado de agredir y abusar sexualmente de las dos hijas menores de su pareja.
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La vista se inició con la declaración del padrastro, que niega los hechos, y debía continuar con la reproducción de las entrevistas a las que fueron sometidas las menores en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz. Pero esa parte del juicio quedó en suspenso tras comprobar el tribunal que las grabaciones no permitían ver con claridad el rostro de las menores, algo que se considera básico para interpretar sus expresiones y sus gestos.
Esa prueba preconstituida iba a ser exhibida en el juicio para evitar a las menores la doble victimización que supone recordar unos hechos que, por su gravedad, dejan secuela.
No estaba de acuerdo con esa decisión inicial José Duarte, el abogado que defiende al padre. Entendía este letrado que lo más conveniente era que el tribunal pudiese interrogar a las menores dada la gravedad de las penas que se piden para el padrastro: 21 años por parte de la Fiscalía y 25 por la acusación particular.
Pero el tribunal rechazó esa cuestión previa y mantuvo su intención de evitar a las menores tener que declarar de nuevo. Aunque todo cambió cuando empezaron a ser proyectadas las grabaciones en la sala. En ese momento comprobaron que las menores solo aparecían en un pequeño recuadro, lo que impedía apreciar sus expresiones y sus gestos.
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Insistió José Duarte en ese momento sobre la insuficiencia de esa prueba preconstituida y volvió a solicitar que las menores fuesen interrogadas por el tribunal que juzga el caso, una solicitud que en ese momento sí fue atendida por los magistrados, que decidieron aplazar el juicio al próximo 20 de junio.
Ese día volverá a sentarse en el banquillo el procesado por estos hechos, un hombre de unos 50 años de edad para el que se pide prisión por agredir y abusar sexualmente de dos niñas menores de edad que son hijas de su pareja.
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Indica el escrito de acusación que a una de ellas la agredió sexualmente cuando la niña tenía 14 años de edad, mientras que a la otra le realizó tocamientos cuando solo tenía entre 7 y 8 años.
El abogado de la acusación particular pide que sea condenado a 15 años de prisión por la agresión sexual y a otros 10 años de cárcel por los abusos.
Frente a él se sitúa José Duarte, quien defiende que su cliente debe ser absuelto. «Para nosotros es una testigo clave la madre de las menores, ella acreditará en el juicio por qué la denuncia era falsa. La mejor prueba de que es inocente está en que el juzgado que instruyó los hechos dejó en libertad al acusado desde el momento en el que se planteó la denuncia, eso es prueba de que dudó de la verosimilitud de la denuncia».
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