Estudiantes con recompensa al esfuerzo

Joel consigue el número 1 en las becas de La Caixa

Estaba en su casa del Cerro de Reyes con su madre, sus tres hermanos pequeños y su pareja el 26 de junio cuando accedió al portal y pudo ver los resultados. «No me lo creía y todavía me cuesta creérmelo», cuenta orgulloso Joel.

Quiere estudiar Filología Portuguesa para ser profesor. Lo tuvo claro desde 3º de la ESO y ha elegido Cáceres como destino, donde ya está buscando residencia para su primer año.

La Fundación la Caixa ofrece cada año 50 becas para estudiantes excelentes con escasos recursos económicos. Estas becas son para estudios de grado o enseñanzas artísticas en universidades o centros públicos españoles. Se les exige que sigan los estudios de manera presencial y «con plena dedicación»

Los requisitos para conseguir la beca son el potencial y motivación del candidato, lo que puntúa un 40%; el impacto transformador de la beca, que se valora en otro 40%; y por último el expediente académico y las cartas de referencia, que aportan el 20% de la puntuación final.

Joel Núñez ha conseguido el primer puesto en el ranking de los 50 becados. Ha quedado primero a nivel nacional.

Su familia, sus profesores y el instituto en el que ha estudiado se muestran muy contentos y orgullosos de este gran logro académico que supondrá una liberación económica para su familia durante su carrera universitaria. Además, Joel también recibe la beca del Ministerio de Educación por ser familia numerosa, por lo que cumple de ese modo con uno de los requisitos de la beca de La Caixa, que sólo se concede a estudiantes becados por Educación.

«De este instituto sales con unos valores que no enseñan en otros centros y además aquí todo el mundo viene contento y motivado» , opina este chico de 18 años después de finalizar sus estudios en Bachillerato en un centro por el que también han pasado su madre y otros familiares que guardan un buen recuerdo de esa etapa.

La beca de la Caixa le proporciona una ayuda económica de 600 euros mensuales durante los diez meses que dura el curso escolar, además de una dotación única inicial de 600 euros para gastos de adquisición de equipamiento informático y material.

Para continuar con la beca, el siguiente curso necesita obtener una nota media por encima de 8, pero Joel no piensa bajar sus calificaciones del sobresaliente.

Además la Fundación obliga a realizar una estancia internacional en alguno de los cursos universitarios . Ese año la cuantía económica subiría para cubrir los costes de hospedarse en otro país. Serían 400 euros más todos los meses, más otros 400 euros el primer mes para gastos de desplazamiento e instalación.

A todo ello se une una dotación de 250 euros que se concede al terminar la carrera para costear los gastos relacionados con la expedición del título.

Joel destaca lo mucho que se ha esforzado en sus estudios. Su nota media se movía entre el 7 y el 8 en los primeros cursos de la ESO, pero a partir de 4º de ESO sus calificaciones no han bajado del 9 y ahora para él ya sería un fracaso una nota inferior.

Este alumno redacta en ordenador sus propios apuntes porque le facilitan el estudio y le permiten mejorar el rendimiento académico, su gran prioridad. «Le dedico mucho tiempo al estudio», admite.

Los requisitos para conseguir esta beca son muy exigentes y este alumno con matrícula de honor ya se los sabe de memoria. Uno de los puntos claves de selección es una entrevista de 20 minutos en la que hay que dedicar los tres primeros minutos a una presentación. El resto del tiempo se responden preguntas muy amplias, desde aspectos académicos hasta personales.

Dedicó una semana a la preparación de esta entrevista, «en la que pueden sorprender de cualquier forma». Por eso se preparó cada día una lista de 50 posibles preguntas.

También tuvo que aprenderse todas las asignaturas que tendría en la carrera y el programa educativo, porque podían preguntarle sobre estas cuestiones.

Este chico de 18 años destaca a su profesor Javier Pecellín que ha sido un gran apoyo para él durante su estancia en el instituto. Fue él quien le escribió una carta de recomendación necesaria para participar en el proceso de selección. Su profesora Aureliana Cano también está muy satisfecha con este alumno y se mantienen en contacto con él. «Joel tenía claros sus objetivos y ha luchado por ello, sabía que era difícil pero lo ha conseguido».

El profesorado de este instituto le ha inspirado bastante y ha influido en sus ganas de ser profesor cuando finalice los estudios universitarios.

Joel tiene una gran relación con sus abuelos, que fueron claves en su educación desde niño porque se crió con ellos. Su abuelo, Manuel Suárez Fernández, es un orgulloso gitano que recalca al igual que su nieto la importancia de este premio para ayudar a «romper con los prejuicios sobre la comunidad gitana».

Por el momento está realizando el papeleo necesario de la beca y la universidad, pero sus planes para el verano son un merecido descanso y unas vacaciones en Granada. Aunque eso no lo aleja de su interés y pasión por el portugués y ya está comprando libros para estudiar un grado al que podrá acceder después de conseguir unas excelentes calificaciones en la EBAU.