«El expediente al edil de Vox no es por mi contrato de asesor»

Es el hombre del momento en el Ayuntamiento de Badajoz. La contratación de Juan Antonio Morales como asesor de Vox despertó la polémica el mismo día que se conoció porque supuso la repesca del candidato a la Asamblea que se había quedado sin escaño. Siete meses después vuelve a estar en la picota. Su contrato es el argumento de Vox para expulsar al único edil que tienen en Badajoz.

Sin embargo, él lo tiene claro: «El expediente a Alejandro Vélez no se debe a mi contrato». Pero no desvela a qué cree él que corresponde. Solo defiende su puesto de trabajo, a dedo y dependiente del alcalde del PP, Francisco Fragoso, porque Vox tiene asesores allí donde está.

«La realidad es que Ortega Smith tiene cinco o seis asesores en Madrid y no ha entrado en el Gobierno. En Cáceres hubo un asesor para Vox cuando teníamos al concejal, en Mérida lo hay y en Almendralejo llegamos al acuerdo de que hubiera dos asesores, aunque al final no fraguó porque gobernó el PSOE. Asesores hay en todos los ayuntamientos y asambleas legislativas. Ayer en el Congreso han nombrado como tal a Kiko Méndez Monesterio. También los tienen en Andalucía. Es un sinsentido que Vox diga que no quiere asesores».

Apunta, además, a que su contrato no es el único. En el Ayuntamiento hay 24 cargos de confianza y hay dos vacantes. De ellos, once son para el PP, nueve para Cs, dos para Vox, uno para el PSOE y otro para Podemos. «Llámalos asesores u otra cosa», dice, porque el único con la categoría de asesor es él. El resto son secretarios, coordinadores...

Pero su contrato es el detonante de la inminente desaparición del partido del Ayuntamiento. El desmantelamiento se da por hecho desde que el máximo órgano del partido, comité ejecutivo nacional, informó sobre el cese del edil bajo el epígrafe de «expulsión» la semana pasada. De hecho, el secretario general del partido, Ortega Smith, firma el escrito registrado en el Ayuntamiento informando del expediente abierto contra el edil y de la medida cautelar tomada, que consiste en su inhabilitación para representar al partido. Para Madrid, esto implica que el grupo municipal ha desaparecido ya.

Pero para Morales y el concejal es insuficiente. «Nosotros seguimos en Vox y seguimos trabajando de forma callada», dice. «Cumplimos el pacto. Ortega Smith acordó con el PP que Vox daba su apoyo a alcaldes populares a cambio de entrar en los gobiernos. Fuimos el primer Ayuntamiento de España que cumplió con ello. Todo esto no es por los asesores». Pero no habla claro ni dice a qué se debe que Vox ya no respalde a su grupo municipal.

Cuando su salida sea efectiva, Vox perderá sus ingresos al grupo municipal. En total, 54.301 euros entre febrero y las próximas elecciones de 2023. Además del despacho, perderían el derecho al secretario y al asesor, pero Morales confía en mantenerlos porque Vélez es concejal de Limpieza. De manera implícita, por tanto, espera que el alcalde le mantenga la delegación incluso siendo un edil no adscrito.

La explicación que dan otras fuentes del partido a la salida de Vélez son las diferencias que existen entre Morales y el diputado nacional, Víctor Sánchez del Real. Pero Morales lo niega. Aunque reconoce que no le dejaron tomar la palabra en la asamblea que el partido celebró en un restaurante de Mérida a mediados de diciembre. «Me fui a mi casa y no entré en el conflicto», dice.

Antes de recalar en Vox en diciembre de 2018, Morales llevaba desde 1999 ocupando distintos cargos en política con el PP. Ahora, sin escaño en la Asamblea y con un contrato de asesor en la cuerda floja, dice no arrepentirse de haber dado el portazo al PP. «Pero algunos me echan de menos», asegura. ¿Volverá al PP si le echan de Vox? Esa es una pregunta que se niega a responder.