El Club Taurino de Badajoz sigue adelante tras despertar el interés de nuevos socios

Mateo Giralt, su presidente, ha confirmado que la incorporación durante los últimos días de 25 socios y las ganas de seguir adelante han sido claves para iniciar el camino de la recuperación.

El primer objetivo en estos momentos es celebrar el 75 aniversario de la creación del Club Taurino de Badajoz, que comenzó a funcionar el 29 de diciembre de 1949. «Para ese día, que es domingo, queremos contar con una figura del toreo de primer nivel», adelanta Giralt.

Otro de los retos es sacar partido al museo con el que cuenta el club en su sede del Casco Antiguo, un lugar que sigue atrayendo el interés de los aficionados a la tauromaquia. «En los últimos tiempos han venido varios grupos de turistas de Sevilla que se han ido encantados y también hemos recibido visitantes de Castellón, Valencia, Alicante... La gente tiene ganas de ver un museo como el nuestro».

El principal inconveniente es que no funciona el bar de la planta baja, por lo que hay que concertar visita telefónicamente en el número 609 34 45 19. «Ahora somos nosotros los que lo enseñamos y nos encanta recibir visitas».

El deseo del Club Taurino es que ese museo sea incluido en la red regional de museos, un empeño que por ahora no es posible porque se encuentra en un alto sin ascensor. «Vendría muy bien para darle más publicidad».

De esta cuestión se habló en la asamblea del jueves, a la que asistieron los socios que tienen una mayor implicación con el Club Taurino de Badajoz.

Mateo Giralt agradeció el apoyo de los socios y de forma especial la constante ayuda que recibe de los miembros de la directiva, en la que tienen un papel importante Fernando Moreno, como secretario; y Victoriano Méndez, como Tesorero. «Son personas maravillosas», asegura.

En el encuentro de este jueves también se habló de la posibilidad de buscar una nueva sede para el club, un traslado que no resulta fácil porque el Club Taurino de Badajoz es el propietario del edificio. «No es algo que tengamos claro, es verdad que la actividad de Badajoz se ha desplazado del Casco Antiguo a barrios como el de Santa Marina o Valdepasillas, pero vemos al mismo tiempo que la Fundación CB está apostando por la zona en la que nosotros estamos».

Recuerda Giralt que en otras épocas el Club Taurino de Badajoz llegó a tener 350 socios y una implantación en la sociedad enorme, a la que contribuía el funcionamiento del bar, ahora cerrado. «Hemos recibido muchas llamadas en los últimos días de gente que quiere formar parte del club y estamos dando los pasos para incorporar a los nuevos socios».

El reto ahora es ampliar las actividades y realizar encuentros que conecten el mundo del toro con el mundo de la cultura para atraer el interés de un colectivo más amplio.

«No debemos olvidar que fue el Club Taurino el que pensó y puso en marcha la Escuela de Tauromaquia de Badajoz, que perteneció al club desde 1986 hasta 1998, cuando se hizo cargo de la escuela la Diputación de Badajoz. Realmente este club ha tenido un papel crucial en la sociedad de Badajoz y debería sobrevivir», concluye Giralt.