El Ayuntamiento de Badajoz busca alternativas para poder regar el parque del río

La semana pasada la Confederación Hidrográfica del Guadiana volvió a abrir los aliviaderos para bajar el nivel del río a su paso por Badajoz. El Ayuntamiento de Badajoz protestó por llevar a cabo este cambio sin avisar porque los pozos se vacían y sin quedan sin reservas para regar.

Este lunes el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha indicado que el Ayuntamiento buscará fórmulas para solucionar este problema. El regidor ha indicado que habló con el delegado del Gobierno sobre las próximas obras.

«Me llamó el delegado para informarme de de la adjudicación que han hecho a Tragsa para iniciar el proceso de desvío del río, que empezará aguas arriba y no llegará a la ciudad hasta 2026 o 2027. Es verdad que es una obra muy compleja, que es una obra que medioambientalmente pues tiene muchas restricciones y que va a provocar seguramente muchos inconvenientes, ya lo advertimos desde el principio» ha indicado el regidor pacense.

En cuanto a la bajada del caudal, ha indicado que es la segunda vez que ocurre y que desde el Consistorio están trabajando para «garantizar que no vuelva a suceder y que al menos podamos mantener la pradera de césped en condiciones para cuando vengan esos momentos en los que el río pues obviamente tenga que bajar su nivel para que se inicien los trabajos de deslodado y de entrada de la maquinaria en el cauce», ha añadido Gragera que ha admitido que será complicado para Badajoz convivir con la limpieza del nenúfar, pero que es necesario. «Es algo que la ciudad tiene que asumir como un mal menor atendiendo a la importancia de la intervención que se va a realizar y hay que intentar minimizarlo con una buena planificación de obra que haga Confederación Hidrográfica de Guadiana, intentar minimizar el impacto sobre la ciudad y y por supuesto pues la colaboración del Ayuntamiento para conseguirlo».

Los problemas actuales se deben a la obra que la CHG está llevando a cabo en el azud de La Granadilla. Se trata de una obra 5,2 millones de euros que comenzó el pasado mes de octubre y se alargará hasta abril de 2026. Su principal objetivo es crear unas compuertas que permitan mejorar la corriente en el tramo urbano del Guadiana e impedir que se acumulen los lodos.

Sin embargo los inconvenientes para la ciudad no terminarán con esta obra. Este otoño arranca el deslodado del río para eliminar el nenúfar. Comenzará aguas arriba, en el arroyo Cabrera e irá bajando. se hará durante los inviernos los próximos cinco años y supondrá un cambio de imagen en el río. El nivel del agua bajará, habrá lodos, malos olores y otras incomodidades.