Aqualia detecta tres fugas de agua al día en Badajoz

Así se llaman unos dispositivos que están anclados a las tuberías de la ciudad y que a través de unos contadores miden la presión y la cantidad de agua potable que llega a las casas.

Estos aparatos, que controlan el agua que circula por el subsuelo de Badajoz de manera periódica, envían los datos que registra al puesto de control que Aqualia tiene en su sede de la plaza de España.

Allí, Julián comprueba a diario que los datos emitidos por estos aparatos se encuentren dentro de la normalidad. De no ser así, lo más probable es que se haya producido alguna anomalía en una de las tuberías. «Lo primero que hago es revisar los niveles de presión y caudal registrados. Si hay algún dato anómalo podemos adelantarnos a la fuga», explica Gutiérrez.

En muchas ocasiones esta anomalía que registran los sistemas de control de Aqualia se debe a una rotura, en la que el agua no fluye a la superficie por la profundidad a la que se encuentran las tubería en algunos tramos. «Son averías que no dan la cara, pero los datos de presión y volumen de agua indican cambios en el caudal, por lo que damos el aviso a los técnicos de la calle para que utilicen el buscafugas para comprobar si existe avería», cuenta el gerente del servicio municipal de aguas de Badajoz, José Vicente Moreno.

Esto es posible porque en los últimos años Aqualia está apostando por las tecnologías más vanguardistas que salen al mercado. «Queremos ser una empresa puntera. De ahí que en este último año todo esté digitalizado para mejorar la calidad del servicio a través del telecontrol», aclara Moreno.

Gracias a la monitorización de las tuberías ha cambiado la manera de trabajar. «Antes era un trabajo correctivo, actuabas cuando había ocurrido el problema. Con esto lo predecimos para que evitar que se dé la avería», dice Moreno.

Pese a que la base del sistema de control de fugas es la misma que existía hace unos años, (control de caudales, presiones y ruido en la red), la digitalización que en el último año se ha realizado de los sectores de control ha reducido un 35% las fugas que se producían en Badajoz.

Así, la ciudad ha pasado de tener 420 escapes en el año 2023 a 280, que son las que se han registrado en lo que va de año. Y todo gracias a este sistema que, junto al buscafugas, localiza una media de tres averías diarias. Son detectadas por los técnicos desde el ordenador con el control de sectores y en la calle a través de un geófono que mide el ruido para detectar el punto exacto en el que tiene lugar la fuga.

Con la anomalía registrada en el telecontrol, la fuga se localiza a través del ruido, ya que la pérdida de agua en el subsuelo emite vibraciones, que no siempre son perceptibles por el oído humano. Por eso se utilizan nuevos aparatos como los geófonos.

Este medidor del sonido permite dar con el punto exacto de la pérdida de agua. «Esta máquina localiza fugas por mínimas que sean, ya que a mayor tamaño de rotura, mayor será la vibración que emite. Pero como este sonido se produce a baja frecuencia el oído humano no lo percibe», explica el jefe de redes de abastecimiento y saneamiento, Juan Ramírez.

A partir de las ocho de la noche los técnicos de Aqualia rastrean con el geófono las calles en las que tiene lugar la incidencia. Esta máquina, que funciona como un detector de metales, tiene un sensor que capta el sonido del suelo. Pero además, limpia el ruido del exterior para escuchar el que emite el subsuelo gracias a un amplificador.

Este elemento detector manda la información a una pantalla, que refleja el porcentaje de sonido registrado. «El límite está en 300%. Si alcanza esta cifra quiere decir que estamos sobre la fuga o cerca de ella y esto nos indica que estamos en una zona de mucha presión, ya que el ruido normal de la calle estaría entre un 70 y un 100%», cuenta Ramírez.

Cuando la máquina alcanza este volumen tan elevado emite un pitido que alerta a los operarios que están sobre la avería. Se trata así de un sistema muy preciso con el que ahorran tiempo, material y dinero porque a diferencia de hace unos años no tienen que levantar una calle entera para encontrar una avería.

«El geófono es un aparato que utilizamos a diario porque es bastante fiable y nos da una precisión que antes no teníamos. Lo mejor es que permite reducir los tiempos y molestar menos a los vecinos con los cortes de agua, que duran el menor tiempo posible», apunta Juan, que presume de los equipos de trabajo que tienen en la empresa. También lo hace de la red de tuberías de Badajoz, que están en buen estado a excepción de las de los barrios más antiguos, que están más deterioradas por el paso del tiempo, según asegura.