Patrimonio estudia declarar el empedrado de San Andrés como Bien de Interés Cultural
La Junta ya ha hecho una primera valoración en la plaza, tras la petición de la asociación Cívica para proteger la histórica calzada portuguesa
miriam. f. rúa
Miércoles, 17 de agosto 2016, 00:41
La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura está estudiando la declaración del empedrado de la plaza de San Andrés como Bien de Interés Cultural (BIC). La calzada, típica portuguesa del siglo XIX, es hoy el ejemplo más antiguo que se conserva en la ciudad de la influencia del urbanismo luso en Badajoz.
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Este es el motivo que ha llevado a la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz a solicitar a la Junta de Extremadura la declaración de este empedrado como Bien de Interés Cultural, para salvaguardarlo de las obras o remodelaciones que puedan hacerse en un futuro en uno de los enclaves con más solera del Casco Antiguo.
«La protección que conlleva la declaración supondría que el empedrado se conserve, restaure y mejore en todas las obras que se hagan en la plaza», explica José Antonio Rico, secretario de la Cívica, quien recuerda que la calzada portuguesa «era un tipo de suelo bastante típico de Badajoz, que se ha ido perdiendo y que, sin embargo, es una de nuestras señas de identidad como ciudad fronteriza». Un ejemplo claro de esto último es la Plaza Alta, cuyo suelo estaba revestido de este pavimento portugués hasta que se eliminó durante las últimas obras de rehabilitación y construcción de la plataforma única.
Los técnicos de la Dirección General de Patrimonio del gobierno regional ya han realizado una valoración inicial sobre el terreno del valor histórico y patrimonial del empedrado tradicional, que data de 1888, tal y como reza en el propio pavimento de la plaza.
Ahora, explica Patrimonio, «el expediente continúa su curso, con la elaboración de informes complementarios, de cara a la probable incoación del procedimiento para determinar si procede, su declaración como Bien de Interés Cultural próximamente».
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El típico empedrado portugués o calçada portuguesa se caracteriza por estar elaborado generalmente con piezas calizas o basálticas, que forman figuras geométricas mediante filas alternas de piedras blancas y negras. Su colocación es artesanal, con martillo y sin cemento.
Este genuino pavimento comenzó a utilizarse a mediados del siglo XIX en Lisboa, siendo uno de sus máximos exponentes la plaza del Rossio de la capital lusa. Pronto se extendió por todo el país y por las principales ciudades del imperio colonial portugués.
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La influencia de la Raya
En Extremadura, como en toda la Raya, la permeabilidad de la frontera a las costumbres de uno y otro país, sumada a la presencia de alarifes portugueses en muchas poblaciones fronterizas, facilitó el uso temprano de este tipo de pavimento en aceras y espacios públicos, aunque, especifica Patrimonio, «existe constancia de empedrados decorativos anteriores al siglo XVII en la provincia de Badajoz, aunque sin diseños a la portuguesa».
En Badajoz, reza el informe técnico, al ser la ciudad fronteriza de mayor población de Extremadura y, por tanto, con una estructura urbana más trazada, la presencia de este tipo de pavimento alcanzó una especial relevancia durante el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. «La Plaza de Cervantes o Plaza de San Andrés es uno de los ejemplos más representativos y antiguos de este tipo de empedrado en la región, con un aceptable estado de conservación», valora la Junta de Extremadura.
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Máxima protección
La declaración del empedrado de la Plaza de San Andrés como BIC supondría su reconocimiento como uno de los «bienes más relevantes del Patrimonio Histórico y Cultural extremeño», según se recoge en la ley de la Comunidad Autónoma que recoge esta figura.
Los bienes declarados son aquellos que cuentan con la máxima categoría de protección, lo que conlleva la aplicación, ya desde la incoación del expediente, del régimen de protección establecido para los bienes que puedan ser declarados y que tiene como fin evitar su deterioro y garantizar su mantenimiento.
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Esto significa, explican desde la Junta de Extremadura, que «cualquier actuación en el bien, desde el momento en que se incoe el expediente para su declaración, deberá ser autorizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural».
En este sentido, la asociación Cívica valora que la declaración como BIC de San Andrés permitiría, además de su conservación, que el Ayuntamiento de Badajoz pudiera optar a ayudas y subvenciones que permitan restaurar las zonas del empedrado que hoy aparecen levantadas o con desperfectos.
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Además de la plaza de San Andrés, en la ciudad hay otros ejemplos de la calçada portuguesa, pero que son de época posterior. Son los casos de la plaza López de Ayala, de la entrada de la iglesia de San José en la plaza del mismo nombre, en los laterales de Puerta de Palmas, en el pie de la estatua de Luis de Morales o en las calles Zapatería y San Pedro de Alcántara.
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