De inofensivo saltamontes a destructora langosta

No pica pero son capaces de ingerir toneladas de plantas en un solo día. Así son las langostas mediterráneas que amenazan en Extremadura.

La langosta es una adaptación del saltamontes. De ser un animal inofensivo que vive feliz saltando por el campo como es el saltamontes, puede pasar a ser un ser un insecto destructivo que come y destruye toda vegetación que encuentra en su camino. Esa es la langosta y a la que temen muchos agricultores.

De ser una, pasan a ser miles. Viven en enjambres arrasadores. Pero esta mutación no sucede en el caso de todos los saltamontes. Según los expertos hay una estimación aproximada de que sucede en 10 de las 8.000 especies que existen.

Una plaga de langostas puede llegar a cubrir superficies de 1.200 kilómetros en las que puede haber unos 80 millones de estos animales por cada kilómetro cuadrado. Son capaces de recorrer unos 200 kilómetros diarios a unos 2 000 metros de altura y lo más impresionante es que podrían devorar un campo de cultivo enorme en un solo día.

¿Cuándo se da esta trasnformación? Sucede cuando las condiciones de vida se vuelven favorables y en dos horas puede convertirse en una langosta, triplicando incluso el tamaño del saltamontes. Entre otros cambios, muda de color, acorta su cuerpo y a agranda. su cerebro. Una vez hecho el cambio, desprenden feromonas que atraen a otras y comienzan a reproducirse hasta crear un enjambre.

La langosta es un insecto que no es dañino para la cabaña ganadera, no mata a ovejas, cabras o cerdos pero sí es perjudicial, y mucho, para los cultivos de cereales, olivar...todo lo que tenga hierba y hoja.

Las langostas son insectos que se reproducen muy bien en determinadas condiciones tanto climatológicas como de cultivos y este año se están dando esas condiciones al menos en fincas de los términos municipales de Cabeza del Buey, Zarza Capilla y Peñalsordo. Tienen la proximidad de zonas húmedas como los embalses de La Serena y Zújar y ha llovido bien, de lo poquito que ha llovido bien, a inicios y mediados de primavera pero dentro de un periodo de sequía en el que seguimos, ahora de forma más acusada. Además se da la circunstancia de que cada vez más se está desarrollando la agricultura ecológica que implica, de forma concreta, la prohibición de productos fitosanitarios o, como mucho, el uso de unos cuantos que «no mata a los bichos como antes hacían», según las palabras de un agricultor de la comarca que prefiere mantenerse en el anonimato.