Preocupación en el ibérico extremeño por la guerra comercial abierta con China
Aunque los posibles aranceles no afectarán al jamón, se aplicarán a la carne sin distinguir entre la de cerdo blanco y la de ibérico
Preocupación. El sector del porcino español (de cerdo blanco y de ibérico) teme represalias de China por la imposición de aranceles por parte de la ... Unión Europea (UE) a los coches eléctricos chinos. En respuesta a esa medida, el país asiático ha abierto una investigación sobre la carne de porcino que importa desde Europa (fundamentalmente desde España), que puede derivar, se da por hecho, en la imposición de aranceles.
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España es el principal suministrador de porcino a China, tanto en el conjunto de la UE como fuera del ámbito comunitario. Gran parte del cerdo español que se vende en China es de capa blanca. Eso minimiza el daño que pueda sufrir el porcino extremeño, que es casi todo ibérico.
Pero el temor en la industria y en los productores de ibérico regional no se desvanece. En absoluto. Porque China es un mercado relevante para el ibérico extremeño –vendió por valor de 2,6 millones de euros en jamones y paletas, su gran reclamo, el año pasado– y porque no hay distinción en las aduanas entre producto de cerdo blanco y de ibérico.
«Los chinos son imprevisibles. Podemos esperar cualquier cosa. Se ha introducido un elemento de inestabilidad e incertidumbre, eso está claro», explica Raúl García, presidente de Asici, la Interprofesional de Cerdo Ibérico. Es también consejero delegado del grupo Montesano, con matadero y secadero en Jerez de los Caballeros. Fue la primera empresa radicada en Extremadura (y una de las dos primeras españolas) que vendió a China productos ibéricos en 2008. Consiguió los permisos cuando no era nada sencillo.
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Las informaciones que llegan de China es que la investigación abierta por su Gobierno sobre el porcino europeo puede derivar en aranceles, sí, pero no a toda la carne de cerdo procedente de la Unión Europea.
Según Giuseppe Aloisio, director general de Anice (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España), el jamón y la paleta se librarían. En cambio, la carne, fresca y congelada, el despojo comestible, muy demandado allí, tendría que pagar. Extremadura vendió el año pasado al país chino carnes y despojos por algo más de 800.000 euros.
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Sin diferenciación práctica
«El ruido es siempre perjudicial. Y China es imprevisible. Aunque el jamón y la paleta, que es lo que más manda la industria del porcino ibérico extremeño a China, no tuviera arancel, sí la carne y los despojos. Y eso nos afecta», incide Raúl García.
En esa misma línea apunta Francisco Espárrago, presidente de Señorío de Montanera. «Hay que estar con la mosca detrás de la oreja. Van a poner arancel y eso afecta de una forma u otra al porcino ibérico», sentencia.
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Una situación que, además, vuelve a poner sobre la mesa una demanda histórica del porcino ibérico español. Ahora mismo, cuando se comercializa carne y productos curados de porcino a otros países, en las aduanas no hay distinción entre sí procede de cerdo blanco o de ibérico.
China piensa en un arancel al porcino blanco español, al que más daño le puede provocar en esta guerra comercial con la UE, verbaliza el consejero delegado de Montesano. «China no tiene dudas sobre el ibérico porque tiene claro sus condiciones de producción y su coste diferenciado respecto al de capa blanca. Pero le afectaría igualmente porque en las aduanas no hay distinción entre ibérico y blanco», remata García.
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España exportó en 2023 por valor de 1.223 millones de euros en carnes frescas, congeladas y despojos de porcino (sin distinguir entre blanco e ibérico) a China. La exportación de jamones y paletas supusieron 28,19 millones.
Tres empresas extremeñas en el mercado chino
Montesano, Estirpe Negra y Señorío de Montanera son por orden de antigüedad tres de las empresas de ibérico asentadas en Extremadura con permisos para exportar a China. Un gran mercado, en todos los sentidos. Y más cuando desde noviembre de 2018 , eliminó las trabas administrativas al permitir la entrada de jamones y paletas con hueso. Hasta entonces solo se podía exportar carne siempre que fuera congelada o deshuesada y que hubiera sido curada durante un mínimo de 313 días. Ya también se pueden comercializar todo tipo de embutido como chorizos o salchichones, algo que hasta hace seis años no permitía Pekín. Esto ha aumentado considerablemente el peso las ventas de ibérico a China. En el caso del grupo Montesano, supone el 30% de sus exportaciones. Es su principal cliente foráneo.
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