¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?

Las bacterias pierden la batalla animal

La guerra se pierde en los países en vías de desarrollo

JUAN QUINTANA

Lunes, 1 de mayo 2023, 11:57

El pasado noviembre la población mundial superó los 8.000 millones de personas, y se estima que en 2050 seremos más de 10.000 millones. ... El problema es que para alimentar a estos nuevos 2.000 millones de habitantes habrá que incrementar la producción de proteína, en buena parte animal, y por tanto será necesario reducir de forma sustancial el uso de antibióticos en animales, tanto de compañía como de producción. Y esto es debido a que de seguir con la tendencia actual, es de prever que en 2050 más de 10 millones de personas morirán por resistencias bacterianas, más que por cáncer.

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El hecho es que en la actualidad hay un uso abusivo de antibióticos en animales, al menos en los países en vías de desarrollo, no así en las zonas desarrolladas, donde se es muy consciente del problema y donde ya se han tomado medidas para reducirlo. Se trata de una de las llamadas pandemias silenciosas que se pueden seguir expandiendo, ya que esos 2.000 millones de personas que van a incrementar la población mundial van a vivir en zonas poco desarrolladas. En ellas el modelo de producción agrario se centra sobre todo en incrementar el volumen de alimentos, dejando de lado los condicionantes sanitarios o medioambientales. En particular en ganadería utilizan antibióticos de forma masiva y preventiva para evitar las enfermedades en los animales y así garantizar su adecuado crecimiento, una práctica se dejó de aplicar en los países desarrollados.

La buena noticia es que vamos por buen camino, al menos en los países desarrollados, y en particular en Europa. Así lo ha confirmado la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en un informe que constata que entre 2011 y 2021 se ha reducido en un 43% el uso veterinario de antimicrobianos en la Unión Europea (UE), hasta un 70% en el caso de la avicultura de carne. Por ejemplo, en el sector porcino se ha eliminado el uso de colistina, que hace no muchos años era masivo. Un avance relevante que ha llevado a que el uso de antibióticos para animales de producción y de compañía ya sea menor que para humanos, cuando hace solo una década era al revés. Un éxito enmarcado dentro de la estrategia One Health que busca proteger la salud con un triple enfoque, humano, animal y medioambiental.

Son varios los factores que nos han permitido alcanzar este logro. El primero de ellos la comunicación, ya que las autoridades y los propios colectivos sanitarios no han dejado de alertar sobre la amenaza y alto riesgo de esta pandemia. Este esfuerzo ha calado en los profesionales sanitarios tanto en clínica humana como animal, en las autoridades públicas, en los ganaderos y en la población en su conjunto. En segundo lugar por los progresos en investigación, que han avanzado en el conocimiento del origen de las resistencias. Por otro lado, los avances en bioseguridad en las explotaciones o la extensión y consolidación de los planes vacunales han jugado un papel muy relevante. También la aplicación de medidas públicas preventivas, como la prohibición de uso de los mismos antibióticos en veterinaria y en humana, algo que antes no existía. Algunas otras acciones como la necesidad de cumplir los periodos de supresión, son una garantía para que no se generen resistencias por el consumo de carne de animales tratados con antibióticos. Es decir, la prohibición de sacrificar animales para consumo humanos antes de que haya transcurrido el periodo necesario para que el propio animal elimine cualquier traza de antibiótico en su cuerpo.

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Se está ganando de forma clara la batalla a las bacterias que atacan a los animales, pero la guerra sigue abierta y se pierde en los países en vías de desarrollo. La única forma de ganar es establecer una estrategia global que ayude, dé soporte y obligue comercialmente a los países en vías de desarrollo a aplicar un modelo de éxito ya contrastado, por ejemplo en Europa. Pero terminamos hoy igual que la pasada semana, escépticos, porque lo acuerdos globales, son una quimera que no suelen pasar de papel mojado.

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