Las casas rurales se recuperan

LA ocupación hotelera en Extremadura en la pasada Semana Santa ha rozado el pleno de ocupación, al igual que ha sucedido en otras muchas zonas de España. Un 90% si nos referimos al turismo rural, de acuerdo con los datos avanzados por la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur). Una excelente noticia en un momento en el que la crisis geopolítica y militar en la Europa del este amenaza seriamente nuestra economía, ya que el turismo es el gran motor económico de nuestro país y, para esta región, aporta también un importante valor añadido.

Hay que recordar que el turismo en general, y en particular el turismo rural, se vieron seriamente afectados por la pandemia, al igual que otras muchas actividades del sector servicios. Ahora se ha producido una importante recuperación especialmente intensa por el gran atractivo suscitado por los espacios rurales a raíz del confinamiento. Algo que no solo ha afectado al turismo rural, sino también a la adquisición y alquiler de viviendas de primera residencia, tanto por parte de personas a título individual, como familiar. Todo ello, reforzado por el importante crecimiento del trabajo en remoto, que ha abierto nuevas posibilidades profesionales y personales.

Pero volviendo al turismo rural, nuevamente en auge, en particular han sido las casas rurales las que más han crecido, por encima de otro tipo de alojamientos, como los hoteles rurales. Este hecho quizás se haya debido al recelo todavía existente de compartir espacios comunes con otras personas que no son de nuestro entorno más cercano, algo que poco a poco también se va diluyendo.

El hecho es que en febrero de 2022 las pernoctaciones en casas rurales a nivel nacional se habían multiplicado por más de tres con respecto al mismo mes del año anterior. Supuso un crecimiento del 324%, registrándose un total de 486.562 pernoctas, según la encuesta de ocupación de alojamientos turísticos recientemente publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Todo ello en un mes en el que tradicionalmente el turismo rural tiene muy poco peso. De hecho, y a pesar de este enorme crecimiento, de media solo se ocuparon algo más del 12% de las plazas en casas rurales, el 28% si nos referimos a fines de semana. En todo caso, un aumento en el número de plazas del 364% con respecto a febrero de 2021.

Por comunidades lideran el ranking Castilla y León, Andalucía y Cataluña, con el 42% del total de pernoctas en febrero. Extremadura ocupa la sexta posición con 27.048, de las que el 93,4% fueron de residentes en España, por encima del 81,6% de media a nivel nacional.

Pero como es bien sabido el turismo rural no descansa solo sobre las pernoctaciones, sino también sobre el gasto que hacen los turistas durante su estancia. Un turista que duerme en una casa rural pero que se lleva la comida y solo pasea por el campo, supone un coste de oportunidad para la economía de la región y de la localidad que visita. Para conseguir aumentar la contribución al PIB regional de esta actividad económica sería necesario poner el foco en la captación de un turista de mayor poder adquisitivo, y una opción es aumentar el porcentaje de turismo internacional, todavía muy bajo en Extremadura. Por otro lado y, sobre todo si se atrae un turismo con más capacidad de gasto, es importante incrementar la oferta de actividades, tanto culturales, deportivas, medioambientales, gastronómicas, etc. Extremadura tiene un enorme patrimonio en todos estos ámbitos, su situación periférica dificulta algo más el acceso de potenciales turistas que deben ver compensado este sobreesfuerzo, precisamente con la autenticidad y la ruralidad de sus espacios y de su multioferta.

Temas

• Turismo
• Turistas
• Campo