Resurge la práctica de transformar en aceite tu propia cosecha

«Siempre ha sido más habitual ver esto en la provincia de Cáceres y no tanto en la de Badajoz. Ahora ya no es tan raro y tiene sus ventajas», narra Toribio Doblado.

«La maquila para nosotros es un complemento muy bueno para pagarnos los gastos de la campaña porque hacemos el aceite de nuestros olivares para la venta y después, para amortizar gastos de campaña, tenemos el aliciente de hacerle el servicio al agricultor que quiere consumir el aceite que se extrae de sus propias aceitunas», indica desde su punto de vista.

Desde el punto de vista del productor-consumidor también tiene sus ventajas. La primera, el «orgullo o la satisfacción» de consumir el aceite de tus olivos. La segunda, que se incentiva el consumo del aceite de oliva, dañado en los últimos tiempos ante los elevado de sus precios, y en general de la cesta de la compra.

«El agricultor viene, hace su aceite en la almazara, en su casa se consume aceite de oliva, a los vecinos suele regalarle algunas garrafas y al final se va retomando la cultura del consumo de aceite de oliva», señala el gerente de Alguijuela.

Alfonso Montaño, oleólogo del CTAEx, coincide en esa descripción. «Para una pequeña almazara, la maquila «te permite liquidez a corto plazo. Y eso es un asunto muy bueno mientras consigue cobrar las ventas del aceitea que ha distribuido entre tiendas, restaurantes y otro tipo de clientes. Para el productor, es una salida muy interesante, la de consumir tu propio aceite, sobre cuando los precios que te ofrecen por vender tu cosecha de aceituna para aceite están muy bajos», especifica Montaño.

Incide este experto que «está resurgiendo la maquila». y que conoce casos de almazaras en las que hay lista de espera para que los productores puedan llevar sus kilos de aceituna y llevárselos en aceite.

La práctica de la maquila en el sector del aceite requiere un mínimo de kilos a llevar para ser transformados en el 'oro verde'.

En algunas almazaras, se pide un mínimo de 1.000 kilos de aceitunas para maquila. En el caso de la situada en Torremayor, el mínimo es de 500 kilos. En la campaña recién terminada, la familia Doblado tenía estipulado que si se entregaban entre 500 y 1.200 kilos de aceite para transformarlos en aceite, se debía pagar veinte céntimos de euro por cada kilo a precisar.

Si la horquilla iba entre los 1.200 kilos y los 2.400, el coste de transformación era menor, diecisiete céntimos, y por encima de los 2.400 kilos no se establecía precio de coste fijo para el productor. «Precio a negociar», reflejaba un papel en las oficinas de la almazara Alguijuela.