¿Qué ha pasado este lunes, 8 de diciembre, en Extremadura?
La llamada lagarta peluda, la Lymantria dispar, es una oruga que daña sobre todo los alcornocales. HOY

Extremadura no teme una plaga de lagarta peluda

Andalucía sufre una plaga las larvas de esta oruga, pero la Junta de Extremadura asegura que su presencia en la región está controlada

José Tomás Palacín

Badajoz

Martes, 23 de mayo 2023, 14:41

Andalucía sufre una plaga de lagartas peludas, pero de momento en Extremadura las autoridades se muestran tranquilas. Diversas informaciones de medios nacionales y andaluces avisan: la llamada lagarta peluda, la Lymantria dispar, una oruga que daña sobre todo los alcornocales que producen corcho por las defoliaciones producidas por la alimentación de sus larvas, provocará graves daños económicos al campo de Andalucía. De hecho, recuerdan que actualmente, 60.000 hectáreas de bosque de dehesa, sobre todo en Cádiz, ya tienen esta plaga. 

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El Parque Natural de Los Alcornocales –considerado como el mayor bosque de alcornoques de toda Europa–, situado entre las provincias de Cádiz y Málaga, tendrá cinco millones de euros en pérdidas por esta plaga, como recoge el ABC en su entrevista a Juan Manuel Fornell, director conservador de este parque natural. 

Por ello, es inevitable mirar a Extremadura y comprobar hasta qué punto el sur de la región puede estar amenazado. Cabe recordar que los alcornoques ocupan unas 250.000 hectáreas –tanto de masas puras como mixtas, esto es, mezclados con encinas– en la región. Y que estos bosques se mantienen en constante peligro por la subida de temperaturas, lo que provoca enfermedades en los árboles. Y plagas.

«La lagarta peluda, Lymantria dispar, está presente en Extremadura desde hace muchos años», indican desde la misma Junta de Extremadura al diario HOY. En la Administración tan sólo tienen constancia de un ataque fuerte en el año 2002-2003 en la zona de San Vicente de Alcántara. Un ataque que «posiblemente» fue consecuencia de la compra de alguna partida de planchas de corcho infectadas en alguna industria de la zona, argumentan.

«La zona afectada se trató durante todo un año, y los dos o tres años siguientes la población de lagarta peluda fue bajando de forma natural». 

Así, a través de las Agrupaciones técnicas de sanidad vegetal (Atesves), todos los años se colocan trampas de seguimiento de poblaciones en el sur de Badajoz y en Sierra de San Pedro. Señalan que hay capturas, pero que son «muy bajas», ya que hay «un control natural». De ahí que afirmen que la lagarta peluda «no constituye una plaga en nuestras dehesas».

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Por último, desde la Junta de Extremadura admiten que «no se dispone de un plan de contingencia», pero sí de «una red de vigilancia de la plaga».

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