Agricultura recalca que no hay riesgo de plagas generalizadas de langosta en Extremadura
Se siguen produciendo tratamientos en las zonas de La Serena donde se puede, no en las fincas ecológicas, y dice que los problemas «son muy localizados»
Bajo control. La Junta asegura que los focos de langosta localizados en pueblos de la comarca de La Serena están a puntos de eliminarse y que no hay riesgo que plagas de este insecto que devora cultivos se traslade a más zonas del territorio extremeño. Las fechas actuales, con los saltamontes a punto de morir en gran medida, y el propio tratamiento con productos fitosanitarios que se sigue realizando sobre el terreno impiden la generalización del problema, incide.
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Los focos de langosta se ciñen a parcelas de Cabeza del Buey y Zarza Capilla, explica Agricultura, descartando foco en Peñalsordo. Como indicó este martes HOY, proceden de fincas ecológicas en las que no se ha podido tratar los focos que se hubieran generado en las mismas. En el resto de Extremadura ya sólo se detecta langosta residual, incide Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura.
Explica Agricultura que el tratamiento de la langosta es obligación del propietario o arrendatario en donde esté el insecto, que cuentan con el apoyo de los medios que la Dirección General de Agricultura y Ganadería. Este departamento dispone para el control de la plaga de 60 prospectores de campo, técnicos de campaña y vehículos de tratamiento.
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Todos los años antes del inicio de campaña, en marzo, se convoca la mesa de la langosta (aquí están ayuntamientos, asociaciones de ganaderos y apicultores, ecologistas, la Universidad y la Administración regional) para presentar los resultados de la campaña anterior y concretar las actuaciones a realizar la siguiente.
Áreas y tratamientos anuales
En Extremadura hay 400.000 hectáreas de zonas endémicas de langosta. 70.000 están en La Serena y en Llanos de Brozas. Esta superficie se somete todos los años a una vigilancia intensiva y se tratan los focos de mayor concentración de insectos.
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«Este año no hay riesgo de un problema generalizado de langosta», recalca la Junta, para quien los vídeos difundidos sobre focos de langosta «son de concentraciones muy puntuales y llamativas, de muy poca extensión, que en general no causan daños y que son habituales» a final de campaña.
Con todo, dos equipos de Sanidad Vegetal siguen con tratamientos en las zonas afectadas. El problema actual, se expplica desde el Gobierno regional, incluso sin tratamiento «tiene un momento final que está condicionado por la propia biología de la langosta y su esperanza de vida». En pocos díasm buena parte de esos insectos ya estarán muertos, se recalca desde la Consejería de Agricultura
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Este tipo de focos se producen en mayor o menor medida todos los años pero son muy localizados y limitados… «Este año ha sido la replicación de videos en las redes lo que ha dado a conocer lo que todos los ganaderos y agricultores de la zona esa conocen desde niños aunque cada año con menor superficie afectada», se concluye.
Ciclos, peligros y tratamientos
El ciclo de la langosta comienza al final de la primavera con la puesta por parte de la hembra de sus huevos en unos tubos denominados canutos que permanecen en el terreno hasta la primavera siguiente. Las hembras tienden a agrupar las puestas en rodales. De los canutos emergen las larvas, formas juveniles que tras 5 mudas alcanzan la edad adulta en un periodo variable de 1 a 2 meses dependiendo de factores ambientales. Los adultos, que son la única forma que puede volar, necesitan ente 1 y dos semanas para alcanzar la madurez sexual y empezar las puestas, tras ella mueren.
La langosta en estado adulto puede alimentarse de cualquier cultivo, pero al avivar en áreas pseudoesteparias, las fases juveniles que aún no vuelan limitan su ingesta a pastizales.
La peligrosidad de la plaga de langosta radica en su capacidad para cambiar de fase solitaria a gregaria, en ese momento los bandos de langosta pueden abandonar el territorio y migrar a grandes distancias (pueblos, regadíos) alimentándose de todo lo que encuentran a su paso. Esto última es la causa por la que la langosta se convirtió en una campaña oficial, evitar que pase a fase gregaria y pueda hacer daño a grandes distancias de sus zonas de avivamiento.
Todos los años antes del inicio de campaña en el mes de marzo se convoca la mesa de la langosta. El procedimiento de trabajo se inicia ya el año anterior localizando en junio los focos de puesta de las hembras que son marcados con GPS por el personal de campaña. En marzo del año siguiente, se revisan los puntos de puesta detectados en la campaña anterior, y si los avivamientos de langosta superan una determinada intensidad tratar los focos antes del crecimiento y expansión de las langostas
Paralelamente los prospectores recorren a pie las fincas asignadas buscando agrupaciones de langosta que se marcan con GPS y se comunican a la dirección de campaña. Dependiendo de su densidad y extensión se consideran o no foco de langosta.
Se consideran focos áreas de más de 1000 metros cuadrados con una densidad superior a 4-5 insectos /metro cuadrado. Estos se vigilan para comprobar su evolución,. Los focos son alimento de aves esteparias que regulan el sistema.
Solo en caso de que por medios naturales no se puedan controlar y se produzcan acordonamientos o concentraciones de más de 20 individuos /metro cuadrado se propone el tratamiento de los focos de la plaga. «Con esta estrategia de monitoreo precoz de la plaga, autorregulación del sistema y tratamientos localizados se ha conseguido pasar de las 130.000 ha tratadas en el año 1983 a una media de 100 ha los últimos cuatro años», explica la Consejería de Agricultura.
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