El artista acaba de recibir el Premio Extremadura a la Creación./ HOY
ALONSO GIL ARTISTA PLÁSTICO

«El arte puede cambiar el mundo»

«Me interesan las prácticas artísticas capaces de generar nuevas formas de re-significar el binomio arte-vida», afirma el creador

MARTÍN CARRASCO |

Lunes, 7 de septiembre 2009, 14:06

Vivimos instalados en la paradoja, en la contradicción, en esa frontera difusa, permeable, donde aún no se han establecido las aduanas entre el mundo real y el mundo virtual, entre lo conocido y lo por conocer, entre la subvención y la subversión, entre el derecho a practicar la política de donación y la obligación de tratar con usureros, mercachifles y supuestos gestores culturales de las instituciones públicas y privadas; vivimos obligados moralmente a criticar el sistema y acuciados por la necesidad de vender nuestras obras a los ricos para que decoren con ellas sus salones». Toda una declaración de intenciones

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Este párrafo forma parte de un texto más amplio que escribimos al alimón mi amigo el crítico de arte Quico Rivas y yo, cogiendo cada uno un extremo del mismo capote, para posicionarnos en una charla sobre autoría, y propiedad intelectual que tuvo lugar en Copilandia, un proyecto sobre la libre circulación de conocimiento, en el invierno de 2006. Ten en cuenta que muchas veces los artistas trabajamos desde las fisuras para hacerlas más grandes y visibles.

Desde esas «fisuras» se pueden construirmiradas críticas sobre nuestro entorno

Exacto. A mi me gusta trabajar con la realidad que me rodea. Creo que el arte puede cambiar el mundo y considero que es un medio sanador de los conflictos políticos, personales y sociales.Me interesan las prácticas artísticas capaces de generar nuevas formas de re-significar el binomio arte-vida que, en palabras de Mar Villaespesa, goza de muy buena salud bajo la denominación resistencia-creación.

Luego fueron tus viajes, becas

En 1994 viajé a Nueva York y allí viví los siguientes cuatro años, aprovechando al máximo la actividad de esa ciudad. Fue una época de absorber todo lo que se movía ami alrededor, música, exposiciones, visitas a estudios de artistas que respeto, etc... De trabajar intensamente en el estudio que compartía con la artista Robin Kahn y de poder mostrar mis obras. Allí me concedieron la Beca de la Fundación Pollock Krasner, que fue un gran respaldo en ese momento. Luego, en el 99, me trasladé aMéxico D.F., llegué casi por casualidad y descubrí un lugar tan fascinante que me quedé allí por un año.México influyó notablemente en mi producción artística, por la riqueza cultural tan apabullante de ese país, la energía de la gran urbe y sobre todo, por su gente. Además, tuve buenas oportunidades de realizar proyectos en espacios tan increíbles como el Museo Ex Teresa Arte Actual.

En líneas generales, me interesa el uso que hace de losmateriales y géneros, las claves para su utilización

Desde siempreme he interesado por los procesos de transformación que sufren ciertos materiales y por ello, a finales de los años 80, comencé a aplicar emulsión fotográfica líquida en mis cuadros, con brocha, a modo de pintura. En México descubrí un pigmento de fósforo que se alimenta de la luz, fotosensible, como la emulsión fotográfica de plata con la que trabajaba, y desde entonces he estado experimentando con él, en cuadros y dibujos y también en intervenciones efímeras e instalaciones como La Celda Grande que hice en el MEIAC, donde reconstruí, a escala ampliada, una celda de cuando el museo era la antigua Prisión Preventiva. Luego, intervine sobre esta construcción con pintura fosforescente, convirtiéndola en un gran dibujo que el visitante podía habitar, experimentar. Fue un proceso largo y meditado. Conocía bien el edificio en el que se ubica elMEIAC, su historia, su incidencia en la ciudad en la que pasé mi infancia. Un edificio panóptico, cargado de memoria; quería hacer algo que mezclara el pasado de ese lugar. Hice un trabajo de investigación, a partir de fotografías, de las frases que poblaban las paredes de las celdas de la antigua cárcel, y recuperé algunas realizadaspor los presos, incluso hablé con un ex-recluso. Recopilé muchas de las pintadas presentes en las calles de Badajoz y las zonas rurales de Extremadura, porque me interesaba sobre todo la expresión más espontánea del deseo. Hice uso del graffiti como escritura pervertidora de un orden lingüístico, social e ideológico.

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¿Qué entiende cómo experiencia cotidiana? Lo digo porque observo su perspicacia en la aproximación que realiza sobre el entorno más inmediato, así Graffiti celestial...

Como he mencionado,me interesa trabajar con la realidad que me rodea, con los contextos en los que me encuentro. Me invitaron ahacer una propuesta en Córdoba y decidí intervenir en la barriada de LasMargaritas y en la Avenida Torremolinos, con una serie de graffitis de gran formato del icono de la cultura popular, Camarón, y de otros pertenecientes al imaginario y a la iconografía local como Vicente Amigo y Fosforito. Los graffiti, pintados con los colores de los preciosistas patios cordobeses, generan nuevos usos sociales del espacio y proponen a los vecinos otros modos de articular experiencias cotidianas. Algunos de los lugares donde se ubicaron estas plantillas se han convertido en zonas de uso y disfrute, puntos de encuentro del barrio.

o La felicidad en el trabajo.

Como indica su título, aborda la idea de la felicidad en el trabajo a través del cante flamenco. Documenté a personas que se echan un cante al tiempo que realizan sus tareas y trabajos; quise quitarle al flamenco la espectacularidad y testimoniar la relación que siempre ha habido entre el cante y las labores. Fandangos, deblas, tientos y otros muchos cantes se marcan a ritmo de diversas actividades cotidianas como la conducción de un autobús, el corte y confección de un traje por un sastre, la doma de caballos, etc. Recogí gestos que fluyen entre la celebración y el lamento, el gozo y el regocijo.

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Por último, ¿qué tiene entre manos en estos momentos?

En octubre me marcho al Sáhara a trabajar en el marco del proyecto ARTifariti; III Encuentros Internacionales de Arte en los Territorios Liberados del Sáhara Occidental. Allí voy a desarrollar por segundo año un taller de estampación y pintura sobre ropa con los refugiados de los campamentos de Tindouf. La idea es crear una cooperativa de ropa made in Sáhara. Es muy interesante porque se trata de un proyecto que vincula el arte y los derechos humanos. Allí la gente es muy receptiva, ponen mucho entusiasmo en todo lo que hacen y son muy participativos. El próximo 19 de septiembre podremos ver los prototipos en un desfile de modelos que presentaremos en la Noche en Blanco deMadrid. Por otra parte estoy empezando a trabajar en la elaboración de un documento visual de un artista flamenco extremeño.

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