Alumnos Ddel colegio de los Remedios muestran una pancarta en apoyo a su paisana. / LORENZO CORDERO
Una extremeña en eurovisión

Soraya, la ilustre vecina

La cantante de Valencia de Alcántara despierta unánimes simpatías en su pueblo, encantado de tener una paisana famosa, y a la que recuerdan como una cría que ya apuntaba a artista

ANTONIO J. ARMERO

Viernes, 15 de mayo 2009, 12:15

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AL TITO EMILIO no le gustan las cámaras. A las dos y cuarto de la tarde, la puerta de su casa está abierta. Dentro está él solo, sentado en el sofá, junto a la mesa camilla y con la tele enfrente. «Perdone, ¿sabe cuál es la casa de Emilio, el tío de Soraya? Nos han dicho que es en esta calle». «Está usted hablando con él, joven», contesta simpático. Los desconocidos se identifican, cuentan qué les ha llevado hasta él y entonces, el hombre responde amable pero tajante. «Yo os cuento lo que queráis, pero nada de sacarme con la cámara. Yo paso de todo eso», avisa.

Emilio Arnelas vive en la calle Dueñas, por la que Soraya Arnelas, la representante española en Eurovisión, corrió muchas veces cuando era una cría. Es una calle de casas bajas, de una o dos alturas, casi todas con las fachadas blancas, y en la que en estos días hay varias pistas que llevan a ese concurso en el que España lleva años sin hacer nada. La primera es un cartel bien visible, que ocupa casi todo el ancho de la calle, en el que se lee: 'Dueñas con Soraya'.

Presentación, la vecina

La segunda pista que acerca al epicentro de la vecina ilustre es la casa de Presentación. Más bien, la ventana de la casa de Presentación. Es posible, sí, que el sol atraviese ese ventanal y entre en la vivienda, pero sí es así, los rayos deben penetrar a duras penas. Porque antes tienen que traspasar las fotos y recortes de prensa que la mujer tiene pegados en los cristales. Cuenta ella que una de las últimas imágenes que ha añadido a esa composición que renueva cada poco es una fotografía publicada en la 'Pronto', que luce junto a noticias recortadas de periódicos e imágenes sacadas de revistas. «La recuerdo corriendo por aquí, por la calle, en casa de sus abuelos, que ya fallecieron, anda que no ha corrido por aquí... Es una muchacha estupenda, muy cariñosa, estuvo por aquí hace poco, por el Día de la Madre», relata su paisana, que termina la frase y saluda a su vecino, el tito Emilio. «Su tío Emilio -comenta acto seguido-. Anda todo el día pá' llá y pa' cá. 'Que hoy ha salido mucho en el periódico', dice, y corriendo a por el periódico del día».

A fe que debe ser así, porque el pequeño salón de la casa de Emilio Arnelas, hermano del padre de Soraya, es un santuario dedicado a la artista. Cualquier trozo de la pared es bueno para decorarlo con una foto de la cantante. Está Soraya cantando, Soraya posando, Soraya riendo, Soraya sola, Soraya acompañada, Soraya con la familia, Soraya en vaqueros, Soraya con un traje ceñido. «Ella es impresionante», resume su tío -«y padrino», aclara-. «Ella lo da todo. Tiene un corazón enorme. Desde chica, cuando compraba golosinas y se quedaba sin ellas porque las repartía entre los amigos».

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«Una niña muy normal»

Por esa época, la niña Soraya estudiaba en el colegio de monjas Nuestra Señora de los Remedios, donde dejó huella. «Era una niña alegre, muy normal, extrovertida, y ya desde pequeña se veía que tenía dotes artísticas», recuerda Pili, que la tuvo como alumna cuando tenía sólo cinco años, pero que la vio crecer en el centro hasta los catorce. Durante sus años escolares, formó parte de la tuna. Aunque más que cantar, le gustaba tocar el laúd. Y el teatro. «Participó en una zarzuela, 'La Revoltosa', y ella era la protagonista -recuerda Pili-. Hacía de Maripepa, una joven que traía locos a los chicos, y lo hizo fenomenal, era muy buena».

De hecho, se interesó por cursar estudios de Arte Dramático, aunque finalmente encontró acomodo laboral como azafata de vuelo y desde su paso por el programa televisivo Operación Triunfo, de Telecinco, su carrera profesional parece decantada de forma clara hacia la música. En el concurso que le reportó fama quedó segunda, el mismo puesto que ocupó en otro programa de la tele, 'La batalla de los coros', de Cuatro, donde dirigió a un grupo de cantantes extremeños. Precisamente esa última experiencia le llevó el pasado mes de febrero de vuelta a su colegio, donde las monjas y los docentes le prepararon una sorpresa. Ella llegó a ese escenario tan familiar pensando que el motivo que reunía a todos los niños en el salón de actos eran los preparativos de un simulacro. Y Soraya entró allí y se encontró un homenaje en toda regla, con fotos de distintas épocas de su vida, el traje que utilizó en la representación de 'La Revoltosa' y otros recuerdos. «Lloró un montón», recordaba ayer la directora.

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Ella, y Pili, y Presentación, y el tito Emilio -que no está en Moscú con su sobrina por su fobia a los aviones- se encontrarán el sábado por la noche en la plaza de la Constitución para seguir en directo, por una pantalla gigante, el festival de Eurovisión. Ahí, España será la extremeña Soraya Arnelas, que nació en Cáceres pero es de Valencia de Alcántara. Y bien orgullosos que están allí de que así sea.

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