BADAJOZ

El cómic se inspira en Badajoz

Las editoriales apuestan ahora más por las ilustraciones para competir con las publicaciones digitales La nueva generación de dibujantes se abre hueco en la novela gráfica

A. GILGADO

Sábado, 1 de febrero 2014, 09:51

Al pintor y periodista pacense Antonio Juez (1893 - 1963) siempre le fascinó la muerte. Abandonó el pincel el día que falleció su madre y desde entonces se han escrito muchas teorías.

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Borja González Hoyos aportó la suya. Juez protagoniza su 'Boca del lobo'. Cuenta en un ambiente gótico el encuentro del pintor con Carolina Coronado en el parque de Castelar. El argumento daría para una novela voluminosa, pero Borja la dibujó en cómic y el libro se ha convertido en uno de los más vendidos de la Editora Regional.

González Hoyos fue uno de esos niños inquietos que se dormía con un lápiz en la mano. Lo mismo le ocurría a Alfredo, Francisco o Fidel. Ahora rozan la treintena, viven en Badajoz y se criaron con las historietas de superhéroes de Marvel. Hoy representan a la nueva hornada de dibujantes que se hacen hueco en la industria nacional del cómic.

Siempre le gustó contar historias. «O te dedicas a esto cien por cien o no metes cabezas, tienes que abordar diez proyectos para que te salga uno». Ya sabe que el 90% de las propuestas no salen adelante, que un libro es una carera de fondo y que las editoriales no arriesgan. «Te pagan cuando le das todo hecho y si decides combinarlo con un trabajo, se puede eternizar». Dedicándole jornadas maratonianos, un dibujante puede hacer dos o tres páginas a la semana.

La 'boca del lobo', por ejemplo, se fraguó en dos años desde que se terminó el guión, los dibujos y se consiguió la financiación hasta que se presentó al público. Ahora trabaja en un cómic más amplio, de más de cien páginas y calcula que verá la luz en dos años. Para evitar sustos con editoriales y distribuidores, que se llevan el 50% del precio, ha puesto en marcha su propia editorial. En estos tiempo un dibujante se tiene que dedicar también a vender su propia obra y la salida para muchos pasa por la autoedición o trabajar con editoriales pequeñas, de pocas tiradas pero con presencia en puntos de ventas especializados

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Como autor ha notado la eclosión de los últimos años de fanzines, ediciones de pasta dura y libros ilustrados. Las propias editoriales, dice, se han dado cuenta que la ilustración en papel ayuda a competir con el libro digital y cuidan mucho más lo que sacan al mercado.

El tirón por los cómics también lo ha notado Alfredo Murillo. Autodidacta y lector empedernido de historietas que también da el salto como profesional. Se ha recorrido media España por las ferias de cómics presentando su 'Amor deambulante', una historia de dos jóvenes que discurre entre Badajoz y Conil. «Hay más gente a la que le gusta el cómic, pero tienen menos dinero». Esta misma semana hace las maletas. Su novia, también dibujante, empieza a trabajar para una empresa de animación en París y Alfredo le acompaña en la aventura francesa para probar suerte como dibujante. Como Borja, sabe que para salir adelante, hay que echar horas y horas con el lápiz.

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Muchas horas

Y esa mismas horas le faltan a Fidel Martínez. Trabaja como diseñador gráfico y le roba tiempo al sueño para completar dos páginas a la semana. «Pocos viven del cómic en España y muchos de ellos lo hacen trabajando para el mercado extranjero», cuenta.

Se dio a conocer por 'Cuerdas de presa', un álbum que se centra en la vida de las mujeres represaliadas por el régimen franquista en varias cárceles españolas. Desde entonces, hay quien le considera uno de los dibujantes más prometedores del panorama nacional. Participó en 'Tales from the End of the World' un conjunto de relatos cortos de terror en el que pone argumento y dibujo la historia de la fotógrafa Mai Saki.

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Ahora trabaja en un nuevo libro para una editorial levantina, en el que tiene puestas muchas ilusiones y no da muchos detalles porque el mundo del cómic le resulta imprevisible.

Para sobrevivir a lo imprevisible, hay quien prefiere ir poco a poco. De esta filosofía parte Francisco Blanco. Más que dibujante de cómic, se define como un ilustrador y viñetista de tiras políticas. Ultima las hazañas de 'Daniel y Totó', un niño y su perro de compañía.

En el mundo del cómic de Badajoz se le conoce desde hace dos años. El Ayuntamiento editó un libro suyo sobre la toma de Badajoz en 1812. Ese mismo álbum se reparte en las oficinas de turismo a los visitantes. Sigue con el lápiz, igual que Fidel, Borja y Alfredo.

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