De la operación bikini a la operación milagro

«Pago todo el año, pero es ahora, en cuanto sale el sol y llega el calor, cuando siento necesidad de ponerme en forma. Con menos ropa apetece verse guapa, por eso he vuelto al gimnasio. Además, intento comer mejor, más pescado, proteínas o no comer por la tarde pasta, pan o cereales ...». La confesión de Julia Escavias de Carvajal resume lo que ocurre en la mayoría de los gimnasios de la ciudad en estos momentos y reproduce el estado de ánimo de miles de mujeres y hombres cuando se aproxima el verano. Según los monitores consultados, a las chicas les preocupa, sobre todo, sus piernas y glúteos; a ellos las abdominales. Y en general, sin dieta nada de esto es posible, por eso hay expertos en nutrición, como el catedrático de fisiología, José Enrique Campillo, que observa algunos comportamientos temerarios que pueden derivar en anemias estos días.

«Antes estaba de moda -explica Campillo-la dieta del astronauta, después una amiga te dice que le funciona mejor esta otra, después viene la disociada ... ahora se lleva la Dukan, que es hiperproteica y no es más que una variación de la del doctor Atkins de los años setenta, pero debe seguirse bajo estricto control médico y sólo durante unos meses para después seguir comiendo de modo más saludable. La única dieta que se puede hacer por cuenta y riesgo de cada uno es la de comer de todo, pero menos, es decir una dieta hipocalórica. Lo que yo llamo comer lo mismo pero con cubiertos de postre».

Gente corriendo por la calle

«No se pueden hacer milagros y conseguir un cuerpo perfecto si no se entrena durante todo el año. Además, cada persona es distinta», replica Juan Núñez Canchado, monitor y dueño del gimnasio Azar, en la calle Antonio Calado.

Con treinta años de experiencia, explica que la fiebre por ponerse en forma es reciente. «Cuando empecé sólo había culturismo, que se consideraba de brutos. Ahora no. Ir al gimnasio sirve para mantenerse en forma y alejarse de los vicios, pero dos o tres meses sirven de poco».

Dice Eduardo Rodríguez, del centro deportivo Acrópolis, en la calle Juan Labrado, que ahora en abril ha habido un incremento de altas del 10%, un índice menor a otros años. Cree que es porque muchos desempleados no pueden asumir la cuota de un gimnasio y optan por salir a correr a la calle. De este 10%, prosigue, la mayoría son mujeres, ya que los chicos son más constantes entrenando. «Ahora vienen los que no les gusta el deporte y piden lo imposible, pero no les engañamos, les asesoramos, sobre todo si quieren hacer dieta».

Y ahí está la clave. Tan importante es llevar una buena alimentación para compaginarla con el ejercicio, como peligroso resulta dejar de comer para adelgazar, señala Lola Correa, que imparte clases de 'steps', aerobic o 'cardiopump' en el centro deportivo PuertaPalma. «En mis sesiones llega el calor y el número de alumnos de repente es el doble. Y llega la Feria de San Juan y desaparecen la mitad. Algunos vienen de otros gimnasios y están en forma, pero otros hay que charlar con ellos antes para que vayan poco a poco, haciendo sus descansos para recuperarse e hidratarse. Después les aconsejo que estiren en yoga, pilates o en la piscina para evitar lesiones. La mayoría de los nuevos alumnos son chicas de veinte a treinta años. Yo diría que cada vez son más jóvenes. Los más constantes haciendo ejercicio suelen superar los cuarenta».

Para la primera vez

Para aquellos que deseen empezar con la actividad física por primera vez o después de un parón de varios meses, el monitor Rafael Belmonte, del mismo centro, da varios consejos.

«Primero hay que coger resistencia aeróbica, por ejemplo corriendo en la cinta. En un par de semanas, con este hábito adquirido, hablar con algún monitor para ver qué actividad se adapta mejor a tus condiciones y objetivos. El mantenimiento no es coreográfico y se trabaja todo el cuerpo, y el 'spinning' es más intenso y específico, por poner dos ejemplos. Lo que sí hay que hacer es procurar ir todos los días, no una vez a la semana. Y si se está realizando una dieta que la supervise un especialista», dice este monitor con 27 años de experiencia, que a favor de sus alumnos reconoce «cada vez están más concienciados de los riesgos y preguntan más a los profesionales, ya que hoy día todo el mundo se plantea hacer deporte, desde el más delgado al más obeso».