16 empleados de hostelería extremeños mueren cada año por culpa del tabaco

Tienen prohibido fumar, pero durante ocho horas en cada jornada laboral respiran el tabaco de los clientes. Con los niveles de nicotina medidos en los bares y cafeterías los empleados de hostelería tienen un 40 por ciento más de posibilidades de contraer cáncer de pulmón.

Cada año mueren en Extremadura 16 por esa dolencia, afirma un estudio del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, tras unas indagaciones que revelan una tasa de mortalidad del uno por mil anual entre las personas que trabajan en la hostelería.

En la Comunidad la estimación se basa en que son 15.600, de ellas 7.500 como empleadas por cuenta ajena y 8.100 figuran como trabajadores autónomos.

Las mediciones hechas en diversos locales de hostelería en España, algunos de Extremadura, indican que en nuestra región más de un tercio de los locales (el 36,3 por ciento) contiene un nivel de concentración de nicotina igual o superior a 2,3 microgramos por metro cúbico, tasas a partir de los cuales determinados hidrocarburos son cancerígenos. Es un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica coordinado por Juan Antonio Riesco.

Es otro doctor, Rodrigo Córdoba, quien como vicepresidente y portavoz del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo ha hecho unas proyecciones de mortalidad profesional en los empleados de la hostelería, que soportan como fumadores pasivos ese riesgo a lo largo de su vida laboral.

La mayoría no son fumadores, sólo lo es el 45 por ciento, pero la estancia en locales llenos de humo multiplica sus posibilidades de contraer cáncer de pulmón debido a una exposición de ocho horas diarias, que no soportan sin embargo los clientes que sólo pasan un rato en el bar.

Ahora mismo está en preparación una ley nacional que prohibirá totalmente el tabaco en los establecimientos públicos; no habrá posibilidad de que los bares se declaren para fumadores, ni que los establecimientos más grandes pongan una mampara para separar espacios con y sin humo; la ley estará lista en junio.

Que se prohíba

Hasta entonces los trabajadores habrán soportado varios años de fumadores pasivos pero que sin que se reconozca como enfermedad profesional, acusa Antonio Sosa, de la ejecutiva provincial de hostelería y comercio en Badajoz por UGT. «No la reconocen porque tendría un coste tremendo a la Seguridad Social».

Este sindicato es partidario de la nueva ley con la prohibición total de fumar en espacios públicos como ya pasa en los centros de trabajo.

Camareros y otros profesionales tienen prohibido fumar delante de la clientela «pero se tragan el humo de los demás». La colocación de mamparas en los restaurantes «no vale para nada», y la estimación de 16 muertes anuales de trabajadores por este problema «se queda corta».

Las asociaciones de empresarios de hostelería se han resistido a la prohibición porque entienden que van a perder clientela y negocio, pero ya aparecen resignadas ante lo inevitable.

César Martín Clemente, de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo Rural de Cáceres, no opina sobre el estudio de mortalidad entre trabajadores porque lo desconoce, pero sí maneja informes de que la bajada de clientela «va a ser enorme, pero habrá que hacer lo que se pueda y nos tendremos que adaptar».

Algún día, añade, habrá que superar las contradicciones en que se mueve en este terreno la sociedad, ya que «la mejor prohibición es que no se produzca tabaco».

El Documento de Consenso sobre Tabaquismo presentado anteayer en Mérida pone de manifiesto la falta de conciencia social acerca del problema y de la consideración del tabaquismo como patología, junto a la ausencia de financiación de las terapias para el tratamiento de esa adicción.

Extremadura ocupa la primera posición en el ranking de comunidades autónomas con mayor tasa de mortalidad por cáncer de pulmón en varones, situándose en 85,6 muertes por cada 100.000 habitantes.

El tabaco es una ruina para la salud y también una ruina económica según el doctor Córdoba, vicepresidente nacional contra el tabaquismo, pese a los informes recientes presentados en la región.

A escala nacional los ingresos por impuestos al tabaco son 9.200 millones de euros mientras que el gasto sanitario y social asciende a 16.475 (7.695 el sanitario, y 8.780 el social de bajas laborales, etc.).