El primer diamante de Trujillo ya tiene dueña

Para entender la historia de este regalo hay que remontarse al 3 de marzo, cuando se llevó a cabo el acto de la colocación de la primera piedra de esta fábrica de diamantes, en el polígono industrial Arroyo Caballo. De forma simbólica, se enterró un cofre, a modo de 'cápsula del tiempo', con tres periódicos de ese día, un pergamino, así como el libro de 'Relatos y Leyendas de Trujillo', escrito por el alcalde, José Antonio Redondo.

En ese momento, el mandatario trujillano invitó a que cualquier asistente introdujera un objeto en ese cofre. Para la sorpresa de muchos, entre ellos, los promotores, Sisi se levantó y depositó una esclava de oro, que le había regalado su marido Paco, fallecido recientemente. «La idea me surgió la noche anterior en la cama, como si fuera un impulso», sostiene esta vecina. No se lo comentó, ni siquiera, a sus hijos. Su idea es que su marido esté siempre a los pies de la ciudad trujillana, explica.

Como testigos de este gesto en primera línea, estuvieron la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, además del director general de Diamond Foundry, Martin Roscheisen, y el presidente de la firma en España, Rafael Benjumea, junto al propio alcalde. «Me tuvo que ayudar a quitarme la esclava la ministra, porque en ese momento me puse nerviosa», recalca esta protagonista.

Tras el acto, Rojo estuvo hablando durante un tiempo con Roscheisen, con ayuda de un intérprete, ya que al empresario le había sorprendido esa acción. «Le llamó mucho la atención porque se pensaba que era algo preparado, pero no fue así», señalan fuentes municipales.

Ante este emotivo gesto, el director general de Diamond Foundry le prometió a esta vecina que le iba a mandar un regalo, sin descubrir en qué consistiría. Ese presente llegó a su casa, por correo, hace unos días, directamente de California. Se trata de un pequeño diamante, montado en una cadena fina, en un bonito estuche.

Para hacer ese envío, responsables de la entidad llamaron a los pocos días de ese acto al Ayuntamiento para ver sí podían conseguir su dirección postal. «Le querían hacer un detalle», explicaron. Conseguir esos datos de Rojo era una tarea muy sencilla, porque Sisi no solo es una persona muy conocida, sino que además fue concejala del PSOE.

Esta vecina se quedó sorprendida al ver el regalo. No obstante, esperaba que le llegara un detalle, porque así se lo dijo el dirigente de la empresa estadounidense. «Me pareció una persona, formal, seria y sensata», afirma. Lo que no sabía es que, en ese misterioso paquete, todo en inglés, había un diamante.

Tiene claro que este regalo «lo voy a guardar como oro en paño». Antes de ello, el pasado miércoles, estuvo en el Ayuntamiento para enseñárselo al alcalde y a compañeros del equipo de Gobierno. Algunos de ellos sí sabían qué tipo de regalo le iba a llegar.

A esta mujer le gustaría ahora hablar con Martin Roscheisen para agradecérselo. Reconoce que tuvieron conexión, porque estuvieron hablando bastante tiempo. Todo ello con intérprete por medio.